Ayayoga: el revolucionario método para reducir cintura en poco tiempo

Viene de Japón, se llama ayayoga y con él trabajarás las partes de tu cuerpo necesarias para que puedas presumir de vientre plano y cintura definida

Por Nuria Safont

¿Quieres una cintura más afinada y una silueta más esbelta a la par que un cuerpo fuerte y bien definido? Toma nota de este método: ayayoga. Nos lo trae la célebre instructora japonesa Aya y combina lo mejor del ballet, el yoga y el entrenamiento de fuerza con el que, en solo dos semanas, corregirás la postura, fortalecerás y estilizarás la espalda y mejorarás tu estado general y conseguirás la silueta esbelta que siempre has deseado. 

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El secreto: trabajar la espalda 

Si hasta ahora no has trabajado tu espalda de manera localizada, los resultados que obtendrás serán muy destacados: adelgazarás la cintura, mejorarás la postura y, como consecuencia, estilizarás tu figura. 

Es más, la creadora de este método afirma que puedes conseguir una envidiable cintura de 51 centímetros si practicas de forma regular los ejercicios que te propone y, por supuesto, si lo combinas con una dieta saludable, hipocalórica si te sobran algunos kilos. Y ¿cómo te ayuda?

Como explica la autora de ayayoga, estos son los beneficios que conseguirás con su método

Fortalece el tronco con movimientos continuos y rápidos: ayayoga se basa en realizar las diferentes posturas de forma intensa. Se la fuerza y la resistencia, pero, además, se practica la continuidad de las posturas y, por tanto, el movimiento. De esta manera, más que una forma relajada de practicar yoga, este estilo es una actividad aeróbica que te ayudará a quemar grasa. 

Estira las articulaciones: esto te ayudará a mejorar la circulación. La experta sostiene que cuando existe rigidez el metabolismo se ralentiza y la pérdida de peso es más difícil. 

La respiración te da energía: la respiración abdominal es la habitual en el yoga, pero en este método se practica la abdominotorácica. Con ella, sostiene la autora, el cuerpo tiene un mejor aspecto al devolver a los órganos internos a una posición correcta, a la vez que se fortalecen los músculos intercostales. Además, favorece la paulatina elevación de las costillas y la cintura se estiliza. 

Hemos recopilado algunos de los ejercicios que nos propone Aya. 

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Comenzamos por el ejercicio del saludo

Consiste en extender los brazos por detrás de la espalda, con las palmas de las manos estiradas para abrir el pecho y activar los omóplatos. Si lo practicas durante un minuto, sentirás que la circulación sanguínea mejora y entras en calor. Es importante que separes los dedos todo lo que puedas.

Para hacerlo, ponte de pie con las piernas juntas, gira las palmas de las manos hacia fuera y estira los brazos intentando juntar los omóplatos. El truco está en abrir bien los brazos y acompañar el movimiento levantando la cabeza, como si quisieras saludar al sol. Haz diez repeticiones extendiendo y relajando los brazos.

Sentadillas con brazos estirados

Las sentadillas con los brazos estirados combinan el estiramiento del tren superior con el fortalecimiento del tren inferior. Al entrelazar las manos y rotar las palmas hacia fuera, estiras la cara interior de los brazos a la vez que trabajas la espalda y el resto del cuerpo. Entre sus múltiples efectos beneficiosos, las sentadillas proporcionarán un aspecto más firme a tus piernas. 

Ponte de pie con las piernas juntas, como en la imagen superior. Lleva los brazos a la altura de los hombros y entrelaza las manos. Mueve la cadera hacia atrás, extiende los brazos con firmeza y gira las palmas hacia el exterior. Con esto aliviarás la rigidez de las articulaciones de los brazos y activarás el metabolismo. Procura que las rodillas no sobresalgan respecto a los dedos de los pies.

El giro lateral 

Como afirma la autora de ayayoga, esta postura es fantástica para la zona abdominal, ya que, al separar las piernas, mejoras la flexibilidad de las articulaciones de la cadera. Si bien los hombros tienden a hundirse, cuando giras las palmas hacia afuera los brazos se alejan del cuerpo, lo que corrige la postura y optimiza la efectividad del movimiento. 

Da una zancada hacia delante con la pierna derecha mientras la izquierda permanece bien extendida. Junta las manos delante del pecho y voltea las palmas hacia fuera. Ahora, gira la parte superior del cuerpo, desde las costillas, hacia la derecha. Ayúdate del codo izquierdo cruzándolo con la rodilla y respira profundamente. Mira hacia el techo en diagonal, de forma que mantengas la cabeza alineada con el cuerpo. Vuelve poco a poco a la posición inicial y repite hacia el otro lado. 

La postura del guerrero

Se trata de una de las posturas más comunes en yoga y permite tonificar los músculos posteriores de los muslos, los glúteos y la zona pélvica. Para hacerla, separa bien las piernas y estíralas desde los tobillos hasta las caderas. 

Ponte de pie con la espalda recta y las rodillas juntas. Da un paso hacia delante con la pierna izquierda mientras mantienes la derecha estirada del tobillo a la cadera. Entrelaza las manos, gira las palmas hacia el techo e intenta alargar el cuerpo hacia arriba y hacia atrás. Extiende los brazos todo lo que puedas, como si trataras de tocar el techo. Regresa a la posición inicial y repite el movimiento cambiando de pierna. 

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