¿Cuál es el impacto del rumor?
1. El rumor genera un ambiente tóxico. Entendemos por gente tóxica aquella que, con alto disimulo, llena el mundo y los ambientes de mucha carga negativa, ya que cuentan con altas capacidades para poder manipular de forma inmediata, automática y de manera inconsciente, a los que los escuchan y observan. ¿Qué persiguen con esto? Pues consiguen reactivar en el ambiente mucho estado emocional negativo e intenso y una sensación de no poder defendernos ni poder hacer nada por evitarlo.
2. El chisme se aleja de todo lo relacionado con las habilidades sociales. Las personas que emiten cotilleos tienen poca o ninguna habilidad en este sentido. Creen que con esta actitud de chismorrear atraen a fans escuchadores de sus incongruencias, sin saber que provocan todo lo contrario, un rechazo total por parte del colectivo de las personas empáticas, que tienden a evitar a este tipo de chismosos y que observan con gran perplejidad el cómo son capaces de tener algún aliado, ya que son expertos en crear adeptos por el morbo intrínseco que llevan sus mensajes.
3. El rumor se aleja de los comportamientos asertivos, entendiendo que la primera ley de la asertividad es el respeto. Hablar calumnias sobre los demás, criticar su forma de vida, sus acciones, es una manera de auténtica falta de principios y de inconsciencia, y puede llegar a tener consecuencias irreparables, ya que un bulo no se para ni detiene fácilmente; es como la pólvora; en décimas de segundo se expande y tarda en extinguirse.
4. El personaje que utiliza el rumor impide el flujo del divertimento, bloquea la emoción de la alegría a las personas que identifican que verdaderamente es un chisme y manipula a las que no tienen la intuición de detectarlos para que se sumen a ese mundo de publicidad engañosa, consiguiendo cómplices para que repartan y reporten el bulo como un pregón.
5. El rumor provoca daños en la identidad pública de la persona que es criticada, atacando a sus derechos a no poder defenderse. Es un maltrato encubierto, un abuso demasiado permitido por la sociedad, considerándolo un mal mayor y no un casi delito.
6. Por lo tanto, el rumor es una forma de violencia encubierta, un abuso del poder de la palabra. El lenguaje no es inocente. Y utilizarlo con el fin de deteriorar a alguien o algo es una intención perversa, ya sea que se critique de manera consciente o inconsciente, con “buena” o mala voluntad. El efecto es igual de tóxico.
7. El bulo es una difamación, que puede provocar una contaminación en cadena, un efecto parecido al del juego infantil del teléfono estropeado, donde se susurraba al oído una palabra de manera muy rápida al de al lado y cuando llegaba al último, la palabra era años luz diferente a la primera.
8. El chisme crea indefensión aprendida. Una especie de bloqueo emocional y cognitivo nos envuelve a los que hemos sido criticados y hemos escuchado criticar a otros. Se genera una sensación de perplejidad y de desencanto y decepción con sentimientos de impotencia. El efecto es arduamente contaminante: se puede perder hasta la confianza en la esencia del ser humano.