Mantenerse bien hidratada
En verano, cuando el sol aprieta, mantener los niveles de hidratación es fundamental. Es muy importante ingerir líquidos cuando nos exponemos al sol y, por este motivo, podemos optar por alternativas que, además, son buenas para nuestra piel y favorecen el bronceado. Un ejemplo son las aguas con sabor, como la que podemos obtener añadiendo medio pepino y dos copos de raíz de jengibre a un litro de agua. Se deja reposar un par de horas en la nevera para crear una infusión fría y así se consigue la bebida perfecta para tener cerca durante la exposición al sol. ¿Y después del sol? La piel necesita ayuda y, además de usando cremas after sun, le podemos dar ese extra de hidratación tras tomar el sol con un batido antienvejecimiento preparado con el jugo de dos naranjas, un limón y una zanahoria (que favorece el bronceado), combinado con dos cubitos de hielo.
Lee también: Esta es la dieta que necesitas para un buen bronceado