¿Cómo afecta la contaminación a la salud del corazón?

Las partículas presentes en el aire contienen materiales que lo dañan y provocan alteraciones con consecuencias graves a corto y largo plazo

Por Gtresonline

La contaminación no solo amenaza al planeta, sino también a nuestra salud. Además de nacimientos prematuros, enfermedades respiratorias y cáncer, la polución del aire también afecta negativamente a nuestro corazón. Este problema medioambiental es especialmente peligroso para las personas que habitan en las grandes urbes, donde los niveles de partículas contaminantes sobrepasan, en muchos casos, el límite de seguridad. Tanto es así que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de los residentes en ciudades respiran aire con cifras de polución por encima de lo que se considera saludable.

Ciudad de México, en alerta

En Ciudad de México, la mala calidad del aire representa un importante riesgo medioambiental para la salud, llegando a originar más de 6,5 millones de muertes en el mundo al año. Estas altas cifras han desatado una crisis en la capital, una de las más grandes y contaminadas del mundo, que ha hecho saltar todas las alarmas.

Aunque la concentración de partículas contaminantes ha cuadruplicado los niveles recomendados por la OMS, buena parte de la sociedad parece no ser conscientes de la 'asfixia' que esto supone para el medio ambiente y, por supuesto, la salud. Ahora, con estos datos sobre la mesa, la Universidad del Valle de México ha llevado a cabo un estudio que demuestra la estrecha relación que existe entre contaminación e infarto de miocardio.

VER GALERÍA

La principal conclusión del estudio Nanopartículas magnéticas de contaminación atmosférica derivadas de la combustión -y la fricción- en corazones humanos es clara: las partículas provenientes de la contaminación pueden acelerar infarto de miocardio, una patología que aparece por falta de riego sanguíneo a los músculos del corazón. Según el análisis, liderado por la neuropatóloga e investigadora de la Universidad del Valle de México, Lilian Calderón, la acumulación de las mismas puede producir vasoconstricción -disminución del calibre de un vaso- y daño severo isquémico. En la investigación comprobaron que estas partículas contienen materiales que dañan directamente al corazón y provocan alteraciones con consecuencias graves a corto y largo plazo.

Tal y como matiza la experta en un comunicado oficial, estas partículas se introducen a través de la inhalación por el tracto respiratorio y son transportadas por el torrente sanguíneo. Este es el motivo por el que pueden llegar a cualquier órgano e, incluso, llegar a afectar a los bebés que se encuentran en el útero, pudiendo producir cambios genéticos en el feto. Para llegar a estas conclusiones, el equipo analizó 72 corazones humanos de personas fallecidas en edades comprendidas entre 9 y 24 años. La mayoría de ellos pertenecían a personas que residían en la zona metropolitana de la Ciudad de México y, a pesar de su juventud, ya presentaban un daño neurovascular significativo y la enfermedad de Alzheimer en evolución.

La investigadora ha advertido que esta situación es especialmente delicada para los niños, ya que inhalan diferentes volúmenes de materiales contaminantes que un adulto o que una persona de la tercera edad. En este sentido, ha recomendado que los pequeños eviten realizar actividades deportivas al aire libre en las horas centrales del día. "Esto puede provocar que inhalen una gran cantidad de aire contaminado en relación a su tamaño y por sus características tienen un cerebro en desarrollo vulnerable a cualquier alteración neurotóxica", explicó Calderón, que ha puesto sobre la mesa la necesidad de tomar urgentemente medidas drásticas para paliar los efectos de la contaminación.

Leer: Cuatro teorías apocalípticas sobre el medio ambiente que podrían ser ciertas, según la ciencia