La cocina es pura química porque los alimentos nos aportan una variedad de nutrientes suficientes como para que, además de cocinar pensando en los sabores y en la presentación, también podamos tener en cuenta las propiedades de los nutrientes que nos llevamos a la boca. Muchos de ellos son los responsables de decantar nuestro estado de ánimo y ayudarnos a sentirnos de mejor humor.
Esta no es una cuestión esotérica o subjetiva, sino química. Existen nutrientes en los alimentos que consumimos todos los días capaces de estimular hormonas, que son neurotransmisores responsables de nuestro ánimo, y de reforzar nuestro organismo con vitaminas que influyen de la misma manera en cómo nos sentimos.
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Semillas de sésamo
El Instituto de Investigación Brain Bio de la Universidad de Princeton descubrió inicialmente que existía una relación entre los bajos niveles treonina y la depresión, y en posteriores estudios comprobaron que un aumento de este aminoácido esencial ayudaba a mejorar el estado de ánimo.
Por lo que la treonina es una de las claves que pueden influir en nuestro estado de ánimo, y un aporte extra puede favorecer reducir cierta ansiedad y apreciar la realidad con nos rodea con algo más de positividad. Uno de los alimentos que más aportan este nutriente es el sésamo. Puedes consumirlo diariamente, tomando un puñadito de semillas tostadas pueden servir para dar cierto aroma y textura a tus ensaladas. También existe una pasta elaborada con sésamo, llamada tahini, que sirve como aderezo de platos fríos, como por ejemplo el hummus.
'Tempeh'
Un nivel bajo de vitamina B2 puede modificar nuestro ánimo y hacer aflorar cierta agresividad en el comportamiento. Esta es una conclusión publicada por el British Journal of Psychiatry, que apuntó como solución mantener altos los niveles de B2.
Para conseguirlo, podemos recurrir al tempeh, un alimento derivado de la soja que recientemente se está volviendo popular por su propiedades, pues es utilizado por los veganos como sustituto de la carne al aportar protenías que dificilmente encontraremos en otros alimentos vegetales. Además, es fuente de vitamina B2, como por otro lado también lo son la leche, el huevo y el pescado. Pero en este caso estaríamos aportándolo a nuestro organismo desde una fuente vegetal.
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Caballa
Este pescado aporta ácido gamma-aminobutírico, también llamado GABA, que es considerado un antidepresivo natural porque que ayuda a potenciar estados de ánimo positivos, y porque bloquea la sensación de estrés y de ansiedad. Realmente este ácido está en muchos pescados, pero en el caso de la caballa se encuentra una concentración mayor.
El GABA es considerado el mayor neurotransmisor inhibidor del sistema nervioso central. Lo que realmente hace es disminuir la actividad nerviosa del cerebro, produciendo relajación y calma. De forma puramente química se persigue el mismo objetivo con la composición de algunas pastillas anti ansiedad y para dormir que también persiguen aumentar los niveles de GABA.
Tomates y sandía
El compuesto que hace que los tomates sean rojos se llama licopeno y tiene múltiples propiedades, entre ellas combatir el cáncer. También previene los procesos inflamatorios que causan la depresión, por lo que su importancia en nuestro estado de ánimo puede ser tenida en cuenta. Además, los tomates aportan hierro, vitamina B6 y triptófano, que son clave para que nuestro organismo produzca neurotransmisores que equilibren el estado de ánimo.
Pero si el tomate ha sido cocinado, los niveles de licopeno se perderán Sin embargo, cuando hablamos de licopeno, la fruta que más aporta no son los tomates, sino la sandía, que tiene un 40% más que la misma cantidad de tomates crudos.
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