Así es la mansión que la cantante Adele acaba de adquirir en Beverly Hills

Beverly Hills reúne todos los requisitos necesarios (privacidad, vecinos famosos, exclusividad…) para que Adele vaya a tener otra vivienda en la zona, muy cerca de la que adquirió en 2016, aunque esta podría ser para su exmarido, Simon Konecki, del que se ha separado recientemente, tras siete años de relación y un hijo en común. La cantante se la ha comprado al productor Michael Hertzberg por unos nueve millones y medio de euros, aunque en un principio pedía cerca de 12 millones de euros.

En una parcela de más de 4.000 metros cuadrados, la construcción, discreta y sencilla, está bien protegida de miradas indiscretas, y cuenta con famosos vecinos, como Cameron Diaz y Kate Perry, que también tienen dos casas en esta exclusiva zona, o nuestra pareja patria; Penélope Cruz y Javier Bardem, con solo una propiedad. Diseñada por el arquitecto Edwin Fields, data de 1961, pero se amplió en los años 80. Con techos altísimos y mucha luz natural, que llega a todos los rincones, el salón y el comedor se han situado a distintas alturas, lo que favorece la sensación de amplitud.

El diseño de la entrada a la vivienda va muy en la línea del resto de la decoración, ya que combina una puerta de madera con dos tabiques fijos de cristal a los lados. El suelo y los escalones de las escaleras de subida y bajada son de parquet, lo que proporciona una cálida bienvenida. Las paredes blancas impolutas se han decorado con cuadros en color y fotografías en blanco y negro, mientras que las plantas, situadas estratégicamente en las esquinas, ayudan a crear sensación de hogar.

Si hay algo que llama la atención es la espectacular librería, de suelo a techo, con capacidad para más de 2.0000 libros. Realizada a medida, para aprovechar al máximo las condiciones de la estancia, se ha iluminado con grandes focos empotrados, que recorren su perímetro, sin dejar ni un solo módulo en penumbra. Una moqueta viste el suelo de la sala, manteniendo esa atmósfera silenciosa y confortable para una tarde de lectura. Nos imaginamos a Adele sentada en sus sofás, mientras saborea una taza de té negro sin azúcar (una de sus bebidas favoritas) y disfruta de un buen libro, quizás uno de poesía de su mejor amiga Laura Dockrill.

La mansión cuenta con una coqueta oficina, ideal para un trabajo creativo como el de la compositora, ya que la luz inunda cada rincón y sus paredes están forradas con fotografías en blanco y negro de actrices y actores de Hollywood, un toque ‘deco’ de su anterior propietario, el productor Michael Hertzberg. Para aprovechar mejor el techo abovedado, se ha diseñado una librería a medida, que alterna baldas en la parte superior y módulos cerrados en la inferior. El mobiliario respira también cierto aire ‘mid century’, mientras que la iluminación general se ha solucionado mediante grandes regletas con focos, que recrean el ambiente de los estudios de grabación. 

Una gran isla central, a juego con el resto del mobiliario, preside la cocina. Equipada con electrodomésticos de acero inoxidable, muebles de madera clara y encimeras de mármol, cuenta, además, con una zona de comedor con un banco. Llama la atención el detalle de los azulejos verdes (un toque retro lleno que encanto), que cubre el antepecho, protegiendo la pared de las manchas de grasa de los fuegos. Siguiendo esta estética contemporánea, pero sencilla y funcional, el suelo es también de gres, una solución idónea para esta estancia, debido a sus numerosas cualidades técnicas. 

La vivienda de 560 metros construidos cuenta con cinco habitaciones. El dormitorio principal, tipo suite, integra una sala de estar con chimenea y una terraza que da a la piscina, para que el rumor del agua vele sus sueños. Los tonos beiges son protagonistas absolutos de esta estancia, donde las telas ricas y con texturas, al igual que la chimenea, contribuyen a recrear una atmósfera envolvente y apetecible. Llama la atención, la televisión colgada en la pared frente a la cama, en la que la cantante podría disfrutar de la película ‘El Padrino' (una de sus preferidas), antes de dormir.

En total, la mansión que acaba de adquirir la cantante de ‘Hello’ posee seis cuartos de baño. El que pertenece al dormitorio principal tiene una bañera de hidromasaje, ubicada junto a las ventanas, para desconectar y recargar las pilas, mientras se contempla el jardín. Y una amplia zona de lavamanos, con tocador incluido, y un gran espejo que recorre toda la superficie de encimera. Dos detalles llaman especialmente la atención, los focos sobre el espejo, que recuerdan a los camerinos (y puede ser un guiño de su anterior propietario a su profesión) y los suelos enmoquetados, un detalle poco usual, aunque el interiorista Manuel Espejo ya nos sorprendió en Casa Decor 2018 con un cuarto de baño entelado.

Bajo el porche se ha creado un agradable salón al aire libre, con muebles de fibras pintadas y almohadones de rayas blancas y beis. Para completar el conjunto, se han colocado grandes macetas con plantas, que aportan una dosis de frescura extra a esta zona del jardín.

Rodeada de árboles, vegetación y grandes macetas con plantas exuberantes, se ha creado una agradable zona de relax alrededor de la piscina. Cerca hay una caseta de jardín, perfecta para guardar los almohadones de las tumbonas y hamacas si hace mal tiempo. La mansión también cuenta con un gimnasio, donde Adele podría practicar su tabla de ejercicios de siete minutos al día, con los que, junto con una dieta saludable, perdió mucho peso en su momento.