Ya los faraones egipcios eran grandes amantes de este producto que hoy se encuentra entre otras delicatessen como la trufa, el caviar o el jamón ibérico de bellota. Y tanto los griegos como los romanos siguieron engordando, de forma controlada, algunas aves para disfrutar de su hígado, llamado foie en francés. Y es que en el país galo este ingrediente es casi de culto y forma parte de su cultura gastronómica.
El foie gras -hígado graso- cuando más se consume es en Navidad. Hace referencia al hígado del pato, el ganso o la oca a los que se alimenta más de la cuenta para que crezca y desarrolle una mayor cantidad de grasa.
Aunque tiene sus detractores, y en algún país se ha prohibido su producción también hay apasionados de esta joya gastronómica y no falta en las cartas de muchos grandes chefs, ni en grandes banquetes, ya sea en su forma fresca a la plancha o cocinado de otras maneras para incorporar a distintos platos. Conquista por su delicado sabor y su textura untuosa y fundente.
¿En qué se diferencia el foie del paté?
En ocasiones confundimos el foie con el paté, pero son diferentes. El paté es un derivado cárnico elaborado a base de vísceras mayoritariamente con hígado y carne de diferentes animales con una serie de aditivos y especias y el foie es solo el hígado graso de las aves mencionadas anteriormente que crece por ese exceso de alimento -suele ser una dieta rica en maíz-.
¿Qué tipos de foie hay?
En el mercado podemos encontrar diferentes tipos de foie gras, dependiendo de factores como la conservación o el corte, o la mezcla con otros ingredientes. Así, tenemos: el foie fresco, el foie en conserva, el foie mi-cuit o semiconserva (semicocido), el bloc de foie (más de 95% de hígado graso en emulsión con especias, trufa o agua), el bloc de foie con trozos de hígado, el parfait de foie (con un mínimo de 75% de hígado graso) y la mousse de foie (mínimo de 50% de hígado graso).
¿Qué es el mi-cuit de foie?
Mi-cuit significa literalmente “medio cocido” en francés. Se trata de foie gras cocinado suavemente, a baja temperatura, durante poco tiempo, y se suele hacer con hígado, sal, especias y algún alcohol como vino de Oporto, vino dulce, coñac o brandy, etc. Es una de las formas más habituales de consumir el foie. Se sirve con diferentes tipos de pan, mermeladas, confituras, frutas, etc.
Consejos para sacar el máximo partido al foie
- El foie gras se vende crudo, mi-cuit o cuit. En el primer caso, deberemos cocinarlo, evita siempre comprar un foie gras que tenga color ocre -sinónimo de oxidado- y elígelo de color rosado.
- Si es fresco, no esperes demasiado para consumirlo, siendo lo mejor prepararlo el mismo día o al día siguiente. Hay que limpiarle bien las venitas que pueda tener y hacerlo a la plancha vuelta y vuelta para terminarlo con unas escamas de sal y un poco de pimienta.
- El foie gras mi-cuit está listo para ser consumido tal cual -aunque también podemos hacerlo en versión casera- y se conserva de tres a cuatro semanas en la nevera, salvo el que viene envasado al vacío, que se puede guardar hasta dos meses.
- El foie de lata se mete sencillamente en la nevera. Basta abrirlo una hora antes de servirlo para que se airee como un buen vino.
- El foie gras de semiconserva se guarda sin problemas seis meses en la nevera.
- Antes de cualquier compra, lee atentamente la etiqueta del envoltorio, resultará una fuente de información indispensable sobre el origen y la fabricación del producto, además de su conservación.
- Para la presentación del foie gras mi-cuit o cuit, lo mejor es la sencillez: con ayuda de un cuchillo, cuya hoja se habrá pasado previamente por agua caliente, córtalo en lonchas ni demasiado finas ni muy gruesas.
- El acompañamiento irá, por supuesto, en función de los gustos de cada uno, pero un pan ligeramente tostado o, unas tostas de pan y pasas pueden resultar una combinación perfecta. También son ideales las compotas, mermeladas, confituras, frutas rojas, uvas, etc.
Recetas con foie fáciles y elegantes
El foie es uno de esos ingredientes que, con muy poco, da resultados elegantes y espectaculares. Aquí te presentamos varias recetas para disfrutar de esta joya gastronómica que va estupendamente con sabores dulces, salados y ácidos. Le acompañan bien otros ingredientes como fruta, queso, pan, vino, trufa, legumbres o carnes, entre otros.




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