Un verano sin sardinas no es verano. En su forma más 'playera, que son los espetos, pero también cocinadas de otras muchas más maneras. Aquí te proponemos rebozarlas y cocinarlas con un poco de aceite. Y lo más original es el acompañamiento: las servimos sobre calabacín salteado y las acompañamos con un agridulce 'chutney' de cerezas. ¡Seguro que esta combinación no te deja indiferente!
- 16 ud de Sardinas sin espina abiertas
- 4 ud de Calabacines redondos pequeños
- 500 g de Cerezas deshuesadas
- 100 ml de Vinagre
- 4 cs de Azúcar moreno
- 2 cs de Salsa de soja
- 15 ml de Agua
- 1 unidad de Canela en rama
- Harina
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
- Romero
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1.
Empezamos con el 'chutney' y para ello echamos en un cazo el vinagre, el agua, el azúcar y la salsa de soja.
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2.
Incorporamos la canela y ponemos al fuego para dejar reducir.
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3.
Añadimos las cerezas al cazo, tapamos y cocemos 20 minutos más a fuego muy suave.
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4.
Lavamos, secamos los calabacines y vaciamos la pulpa con cuidado de no romper la cáscara.
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5.
Troceamos la pulpa de calabacín y la salteamos en una sartén con aceite, sal y pimienta.
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6.
Salpimentamos las sardinas, las pasamos por harina, la freímos por ambos lados y las sacamos sobre papel de cocina.
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7.
Servimos un poco de calabacín salteado en cada base del plato y ponemos las sardinas por encima.
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8.
Acompañamos con los calabacines rellenos con un poco del 'chutney' y otro poco por encima de las sardinas.
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9.
Decoramos con unas ramitas de romero.
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