Aunque es uno de los dulces más emblemáticos de Murcia, lo comparten también con los gallegos. De origen árabe y campesino, consiste en unas hojas de limonero -bien limpias y que no se comen- recubiertas con una masa a base de harina y huevo, que se fríen y quedan muy crujientes. Se espolvorean con azúcar y canela.
Tarta de manzana, receta clásicaPor Susana Baticón