¡No hay nada mejor que degustar la excelente repostería casera y tradicional de toda la vida! Son recetas que nunca pasan de moda y resultan ideales para cualquier desayuno, postre o merienda. Como este bizcocho que te conquistará a ti y con el que conquistarás a tus invitados. Además, te aseguras de que sólo lleva ingredientes naturales y ningún conservante ni colorante artificiales. Perfecto para acompañar con un té o un café.
- 250 g de Harina tamizada
- 250 g de Azúcar blanca
- 170 g de Nata para montar
- 75 g de Aceite de girasol
- 1 cc de Canela molida
- Piel de naranja rallada
- 1 sobres de Levadura en polvo
- 1 cc de Esencia aroma de vainilla
- 3 ud de Huevos
- Mantequilla para el molde
- Harina para el molde
- 1 ud de Naranja para decorar
Para el almíbar (opcional)
- 3 ud de Zumo de naranja colado
- 5 cs de Azúcar blanca
PARA EL BIZCOCHO
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1.
Antes de comenzar, precalienta el horno a 180ºC para que, cuando vayas a hornear, esté a la temperatura adecuada.
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2.
Seguidamente, bate en un bol los huevos con el azúcar durante unos minutos hasta que la mezcla blanquee y aumente de volumen.
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3.
Añade el aceite, la nata y la esencia de vainilla. Mezcla todo bien tras añadir cada ingrediente hasta que la mezcla quede homogénea.
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4.
En un bol aparte, pon la harina previamente tamizada, la canela, la ralladura de naranja y la levadura, y mezcla todo bien.
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5.
A continuación, ve añadiendo poco a poco la mezcla de harina al bol con la de los líquidos (lo más recomendable es hacerlo en tres veces, mezclando bien con una cuchara de madera tras cada adición).
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6.
Cuando la masa esté lista, engrasa bien un molde de bizcocho con mantequilla y espolvorea harina sobre ella (te quedará la cantidad ideal si das ligeros golpes en las paredes del molde para que quede una película muy fina de harina sobre el fondo y las paredes).
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7.
Para terminar, vierte la masa en el molde y hornea durante 35 – 40 minutos.
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8.
Pasado ese tiempo comprueba que tu bizcocho está bien horneado y deja enfriar sobre una rejilla.
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9.
Corta la naranja en rodajas de no más de un centímetro de grosor y coloca por encima del bizcocho. Ahora toca bañarlo con el almíbar.
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1.
En primer lugar, pon el zumo de naranja y el azúcar en un cazo, remueve bien y llévalo a ebullición sin dejar de remover en ningún momento.
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2.
Cuando hierva, retíralo del fuego y déjalo enfriar.
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3.
Cuando esté frío, baña la superficie del bizcocho con el almíbar y espera un poco hasta que lo absorba por completo. ¡Listo para comer!
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