El higo es una fruta bastante dulce que nos aporta abundante energía, minerales y fibra. En fresco es como más se consume -también deshidratado- pero puede ser ingrediente de numerosos platos tanto dulces como salados. Disfruta de su sabor y de la textura crujiente que le aportan sus semillas en forma de este refrescante helado que podrás tomar solo o como acompañante de tartas, pasteles o bizcochos,
- 750 g de Higos
- 100 g de Azúcar blanca
- Zumo de limón (medio limón)
- 200 ml de Nata para montar
- Breva para decorar
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1.
Pela los higos y echa la pulpa en una cazuela junto con el azúcar, el zumo de limón y 150 ml de agua.
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2.
Lleva a ebullición y cocina 10 minutos a fuego bajo.
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3.
Tritura en un robot de cocina y deja que se enfríe del todo.
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4.
Añade la nata y mezcla sin batir.
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5.
Pon en funcionamiento la heladera, vierte la mezcla y espera 30 minutos para que cuaje.
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6.
Mételo en un táper y reserva en el congelador.
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1.
Saca bolas con una cuchara de helado y sírvelas en cuencos.
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2.
Acompaña con unas cuñas de breva y lleva rápido a la mesa para que no se derrita.
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