Las ensaladas de pasta no pueden ser más versátiles. Además de para cualquier comida o cena en casa, son también ideales como opción 'take away': podemos llevarlas a la oficina, a la playa o el campo... (especialmente ahora, en verano).
Este tipo de ensaladas gustan a la mayoría, no olvidemos que la pasta es un ingrediente universal que triunfa en todos los países del mundo, cocinada de mil formas. Dada la gran variedad y tipologías que este producto italiano nos ofrece, el abanico de posibilidades se multiplica hasta casi el infinito -y no digamos con las miles de salsas e ingredientes con los que se puede acompañar-. Para estas recetas, optamos por varias clases de pasta de diferentes formas y tamaños: hay macarrones, raviolis, fusillis, coditos, etc.
7 trucos para preparar una ensalada de pasta perfecta
- Para hacer una ensalada de pasta, escoge siempre la seca, con cierto relieve, para que absorba bien el aliño.
- Cuécela siempre un poco más de tiempo de lo recomendado por el fabricante, porque al enfriarse se endurecerá.
- Una vez cocida, deja que se atempere en un recipiente abierto; no la metas directamente en el frigorífico.
- Combínala con verduras y hortalizas cocidas o asadas mejor que crudas, utiliza muchas conservas y escabeches, hierbas aromáticas e intenta evitar la lechuga.
- No le eches el aliño hasta el final. Usa un buen aceite de oliva virgen extra ¡y cuidado con el vinagre, no te pases para que no se 'coma' el sabor del resto de los ingredientes!
- Elige bien la proteína: Si vas a añadir algún ingrediente proteico, como atún, pollo, huevo duro o queso, hazlo con moderación y elige variedades que se integren bien con el resto de sabores. Un queso feta, un bonito en conserva de calidad o unas lascas de jamón pueden marcar la diferencia sin saturar el plato.
- Enfría bien: Si necesitas acelerar el enfriado, puedes pasar la pasta por agua fría tras cocerla, pero solo durante unos segundos y luego sécala bien. Otra opción mejor: extiéndela sobre una bandeja grande para que se enfríe rápidamente sin apelmazarse ni perder textura.