Hablamos con Nando Díaz, el peluquero español que ha cortado el pelo a Mbappé: ‘Es supercercano’

También sigue contando con la amistad de jugadores que militaron en dichos clubes y de otros como Ferrán Torres, una de las actuales ‘estrellas’ del F.C. Barcelona, que reclama sus servicios cada diez o quince dias, Cristiano Piccini, a quien arregló para el día de su boda en Florencia, y Alessandro Florenzi que, a finales de 2020, le dio la oportunidad a Kylian Mbappé, considerado en la actualidad el mejor jugador del mundo. Ahora, Nando en una entrevista concedida a ¡HOLA!, nos cuenta su historia y sus inicios en el mundo de la peluquería, al que llegó junto a su hermano, Eric, siguiendo una larga tradición familiar: “Venimos de una familia de barberos que comenzó nuestro bisabuelo, siguió nuestro abuelo y hemos continuado nosotros. Además, mi madre, que es una persona muy importante en mi vida, también es peluquera”.

©@barberialoshonorables

-Has conseguido consolidar tu negocio como uno de los más populares de Valencia y también del resto de España. ¿Imaginabas, en tus inicios, que ibas a llegar al nivel profesional en el que estás?

-No lo pensaba ni por lo más remoto porque, cuando abrí mi primera barbería hace diez años, me subí al carro del movimiento hipster, que no era todavía tendencia en España. La verdad es que era una apuesta arriesgada, pero, con el tiempo, me dí cuenta que había acertado porque poco después se puso de moda dejarse la barba un poco más larga y nosotros ofrecíamos el servicio para cuidarla.

-Y ahora, ¿cuál es tu sueño profesional?

-Lo principal para mí es que los clientes que entren por la puerta se sientan como en casa y que se queden satisfechos con nuestros servicios y vuelvan. Ese es el mejor premio para un peluquero.

-Eres conocido en el mundo de la peluquería por tener en tu agenda de clientes a numerosos futbolistas, entre ellos Ferrán Torres, Ezequiel Garay, Pau Torres, Carlos Soler… La lista es variada e inacabable. 

-Todo comenzó cuando un jugador le puso un ‘me gusta’ a una de nuestras fotos en las redes sociales. Era uno de los guardametas que, en su momento, jugaba en el Valencia. Me puse en contacto con él y le dije que nos encantaría que fuera a conocernos. Finalmente, nos visitó, le corté el pelo y, cuando llegó al vestuario, algunos compañeros le preguntaron quién le había hecho el corte. Les habló de mí, les dio mi número y empezaron a venir. Al principio los atendía en la barbería y, después, les di la opción de ir también a sus domicilios. Me pareció que sería mucho más cómodo para ellos y que, además, les podría dar un servicio más exclusivo.

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-¿Es fácil trabajar con ellos?

-A ver… fácil no es porque es muchísima la presión la que estás sometido y estás expuesto a lo que los demás opinen de sus peinados.

-¿Hay algún jugador que sea más transgresor con los cortes? ¿Qué es lo más raro que te han pedido?

-Yo creo que Cristiano Piccini. Me pidió que le tiñese el pelo de blanco, una tendencia que se puso de moda hace un par de año y que sólo los muy atrevidos te pedían porque le cambia a uno la imagen por completo. Como me estoy formando continuamente y siempre estoy probando productos nuevos, le conseguí el blanco perfecto.

-¿Y cuál ha sido la cabeza más difícil con la que has tratado?

-Siempre digo que no hay cabezas difíciles sino malos peluqueros y que hay que adaptar el corte a la estructura óseo-craneal de cada persona para hacer un buen trabajo.

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- ¿De qué hablas con ellos mientras les cortas el pelo?

-Yo creo que de todo menos de fútbol. Como sé que les gusta comer bien, les gusta viajar y les gustan los buenos coches, suelo hablar con ellos de esos temas, que a mí también me gustan y domino.

- ¿No se llega a tener miedo cuando les cortas el pelo? Uno no se imagina a estos jugadores aceptando un trasquilón con deportividad.

-La verdad es que no. Es como, por ejemplo, para un futbolista tirar un penalti, lo practica todos los días. Yo sé que tengo los conocimientos y las herramientas necesarias para hacer un buen trabajo. Lo que sí puedo sentir es un poco de nerviosismo por el resultado final, pero, como soy muy perfeccionista y me exijo mucho, sé que el resultado va a ser siempre bueno.

-Háblame de Mbappé, ¿qué sentiste cuando le cortaste el pelo?

-Disfruté el momento con un niño y sentí mucha satisfacción. Primero por la llamada de Florenzi, un jugador que había pasado por el Valencia y que, después de probar varias barberías en París, terminó llamándome a mí porque no le había gustado ninguna. “Me da igual lo que cueste el billete y el hotel, pero te vienes a París y me lo cortas”, me dijo. Anteriormente, también había arreglado a Piccini para su boda en Florencia. Cuando confían en ti de esa manera, te sientes enormemente satisfecho. Si encima tienes también la oportunidad de cortarle el pelo a una estrella mundial del fútbol, la satisfacción se multiplica.

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- ¿Cómo es? ¿Qué es lo que más te sorprendió?

-Al principio me dirigí a él en inglés, pero enseguida me cortó y me pidió que le hablara en castellano. Eso me sorprendió, aunque ya me había dicho Florenzi que casi el setenta por ciento del vestuario hablaba castellano porque hay muchos sudamericanos y españoles. Pero lo que más te sorprende es que en realidad es supercercano. Estos jugadores llevan una vida muy diferente a la mía en lo que respecta a la casa que tienen, su forma de vida y los caprichos que se permiten. Sin embargo, tienen las mismas inquietudes que cualquier persona normal como cuando un hijo suspende o una madre se ha puesto mala. Son cosas que nos pasan a todos y te das cuenta que eres igual que ellos salvo en la cuenta del banco.

-¿Qué corte de pelo te pidió?

-Se acababa de teñir el pelo de azul y me preguntó si le podía recortar y degradar los laterales. Y yo encantado, claro. Tuve la oportunidad de ponerle mi capa y de pasarle mi máquina por su cabeza y hacerle el corte que él quería. Se quedó muy satisfecho y me regaló su camiseta como recuerdo.

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-¿No te llegó a temblar la mano?

-Me tembló la mano, pero más por la repercusión que tendría ese corte de pelo que por los nervios. Sabía que la gente lo iba a comentar mucho.

- Una curiosidad, ¿de qué habla Mbappé mientras le cortan el pelo?

-Me preguntó por el viaje, por las restricciones por la Covid-19 en España y por cómo había llegado a cortar el pelo a tantos futbolistas y yo le hablé de Valencia y le expliqué la tradición de las Fallas, porque uno tiene que hacer siempre propaganda de su tierra natal.