En un mundo en el que los cuerpos siempre están sometidos a crítica, es reseñable encontrar a alguien que esté orgulloso del suyo propio. Es el caso de Beatriz Rico, que a los 51 años no tiene miedo en mostrar su figura a sus seguidores, feliz por el trabajo que ha realizado para alcanzar semejante tonificación. "Los que entrenamos con asiduidad tenemos un pequeño 'problema' con el exhibicionismo", ha escrito la intérprete junto a dos imágenes. "Claro, después de sufrir en el gimnasio nos gusta que los demás vean los resultados de nuestros bíceps, tríceps, cuádricops y más cosas que seguro termina en -ceps y ahora no me salen", ha comentado con sus seguidores sin perder el sentido del humor.
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Beatriz ha comentado que se ha hecho las fotografías en casa después de desarrollar vergüenza por intentar hacérselas en el gimnasio. Ha admitido que en este momento de "exhibicionismo", como ella misma ha dicho, siempre termina fingiendo que está haciendo algo en el móvil para que nadie se dé cuenta de cuál era su verdadera intención. "Una se traumatiza y se acaba haciendo las fotos en casa, con la persiana bajada y una gorra escondiendo la cara como si fuera a atracar una gasolinera", ha dicho, siguiendo la broma.
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Beatriz Rico, nacida en Avilés (Asturias) en 1970, compagina su pasión con el gimnasio con su carrera como actriz. Este verano continuará, por cuarto año consecutivo, con la gira de su monólogo Antes muerta que convicta. Además, en sus redes sociales publica sobre su vida, sus proyectos o consejos, pero también hay en su colección vídeos de lo más divertidos. El pasado mes de enero publicó su primer libro, De miss a más sin pasar por Albacete, una novela romántica en la que se mete en la piel de una modelo y sus aventuras.
Beatriz Rico se casó en 2016 con el policía nacional Rubén Ramírez y tanto él como su hijo son su mejor apoyo. También lo son sus seguidores, ya que 40.000 personas están pendientes de lo que publica, sea de la índole que sea. Su matrimonio se celebró, tras tres años de relación y con la presencia de Marco, el hijo de la actriz, en la localidad madrileña de Guadalix de la Sierra. La intérprete y su marido mantienen un discreto romance desde hace ya cinco años y comparten intereses hasta tal punto que se fueron de viaje de novios a un campamento de refugiados saharauis.
