¿Qué son las estrellas que lucen los hoteles y cómo se obtienen?
A la hora de elegir un alojamiento todos nos fijamos en las estrellas que tienen y en función de eso (y de nuestro presupuesto) tomamos una decisión. ¿Pero realmente sabemos qué supone que un hotel tenga tres, cuatro o cinco estrellas?
En el caso de España las estrellas dependen de la comunidad autónoma en la que se encuentra y cada nuevo establecimiento que abre tiene que contactar con la comunidad en la que esté y cumplir los requisitos establecidos para cada caso. Aunque cada comunidad tiene los suyos, la realidad es que no hay grandes diferencias entre unas y otras y la máxima clasificación posible es la de 5 estrellas. La diferencia principal entre tener 1 y tener 5 está relacionada especialmente con el tamaño de las habitaciones y los servicios que el alojamiento ofrece a sus huéspedes. En el caso de los hoteles de 4 y 5 estrellas tienen que superar las habitaciones los 16 o 17 metros cuadrados (en el caso de las dobles) y los baños contar con bañera y ducha, aunque no son las únicas exigencias.
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Pero en realidad, la excelencia de los hoteles no se mide en metros cuadrados, sino en los servicios pensados para sus huéspedes. Una ubicación inmejorable, excelentes zonas comunes, una magnífica oferta gastronómica, piscinas, spa… es lo que hace que un hotel se diferencie del resto y le hace merecedor de las 5 estrellas o la calificación 5 estrellas Gran Lujo.
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