PARA REPONER FUERZAS
Guisos y asados son los protagonistas de la cocina de este valle en donde tampoco faltan los embutidos y el vino. Puedes empezar por un zorongollo, una ensalada de pimientos asados que se toma de acompañamientos, o las patatas meneás. Tampoco hay que perderse el hornazo, una especie de empanada, típica de la provincia, que se rellena con huevo cocido, chorizo y lomo de cerdo. Aquí el jamón, el chorizo o el salchichón son de altura, así que no dudes en hacer acopio. Y si apetece un asado, el cochifrito o el cochinillo asado en horno de leña son típicos de la zona. También, gracias a los bosques, hay setas y boletus en temporada, y los encontraremos en las cartas de los restaurantes.
Para comer rico, podemos acercanos a La Alberca, donde comer en El Encuentro, La Cantina de Elías, con excelentes carnes a la brasa, o La Taberna de la Alberca. Y en Mogarraz, el Restaurante Mirasierra (en la imagen), con productos de temporada, buenas carnes y recetas locales.
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