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puerto de las nieves agaete© Shutterstock

«Road trip» por la ruta más salvaje y panorámica de Gran Canaria

Una sucesión de playas, roques, miradores y acantilados salpican la carretera GC-200, que recorre la costa occidental de la isla. En esta ruta salvaje y solitaria para recorrer en coche saltaremos del valle tropical de Agaete a las remotas playas de Güí-Güí, que llevan con dignidad el adjetivo de idílicas.


Actualizado 27 de agosto de 2020 - 18:07 CEST

De los 236 kilómetros de costa grancanaria, la naturaleza más vigorosa se ha confabulado en el litoral occidental, y para descubrirla está la sinuosa carretera GC-200. Nos ponemos en ruta.

EL INICIO: PUERTO DE LAS NIEVES

Puerto de las Nieves, desde donde zarpan los ferris que conectan regularmente la isla con Tenerife, es el punto de partida del recorrido. Una pintoresca y encantadora villa marinera donde tenemos que admirar el artesonado mudéjar policromado de la ermita de la Virgen de las Nieves. A la espera del imponente atardecer, lo suyo es darnos también un chapuzón en las piscinas volcánicas de las Salinas o acercarnos a ver al puerto las cilíndricas redes de los barcos pesqueros.

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Piscinas volcánicas de las Salinas, en Agaete.

DESCUBRIENDO EL PUEBLO DE AGAETE

Nada más salir del puerto espera Agaete pueblo, con una larguísima historia que podemos conocer en parte en el Parque Arqueológico del Maipés de Arriba, uno de los espacios funerarios de la cultura aborigen más espectaculares del archipiélago. Otro lugar imprescindible es la iglesia de la Concepción, que guarda el famoso políptico de Nuestra Señora de las Nieves, una joya del arte flamenco del siglo XVI. Junto a ella abre el museo dedicado a la fiesta popular de la Rama. Y, un poco más allá, el Huerto de las Flores, un jardín botánico tan mágico como fresco donde veremos especies de todo el mundo.

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Ermita de Nuestra Señora de las Nieves, del siglo XVI, en Agaete. En su interior alberga un tríptico flamenco que es toda una joya.

CUEVA PINTADA DE GÁLDAR

Aunque tengamos que hacer 10 kilómetros hacia el norte, merece la pena que nos acerquemos a conocer el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar (cuevapintada.com). Es mucho más que una oquedad coloreada e iluminada de forma narrativa, pues acerca, en realidad, a un poblado prehispánico y colonial, con más de 50 estructuras datadas entre los siglos VI y XVII.

UN CAFÉ EN LOS CAFETALES DEL VALLE DE AGAETE

El valle de Agaete parece un remoto vergel, a la vista de los cafetales más septentrionales del mundo. Y lo es, para descubrirlo podemos visitar algunas de estas plantaciones y después acabar degustando su café, como las de Finca La Laja (bodegalosberrazales) o Café Platinium (cafeplatinium.wordpress.com).

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El valle de Agaete es un vergel con fincas de naranjos, frutas tropicales y café.

POBLADO TROGLODITA DE EL HORNILLO

Un poco más allá, mientras admiramos a lo lejos el pinar de Tamadaba, surge una interesante ruta senderista. Es la que comunica El Sao y el poblado troglodita de El Hornillo (45 minutos y unos 400 metros de desnivel), declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, junto al resto del macizo de Tamadaba.

PLAYAS A LOS PIES DEL BARRANCO

El barranco de Guayedra dio origen a un arenal virgen justamente admirado. Unos 150 metros después del cartel que lo anuncia, tomamos la pista de tierra que desciende a la playa de Sotavento. Al norte, a 300 metros, está Guayedra, de arena y piedras, cuyo mar batiente aconseja mojarse solo hasta las rodillas. Mientras que el roque Faneque, impone su presencia con un kilómetro de caída sobre el mar.

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Treking hacia el barranco de Guayedra.
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Playa de Guayedra, una de las más bellas de la isla desde la que se contemplan impresionantes puestas de sol.

PARADA EN EL RISCO

En las casas de El Risco llega la parada para estirar las piernas. Después de tomar una tapita en el bar Perdomo conduciremos unos 15 minutos para llegar al mirador del Balcón y ver una fila uniforme de gigantescos acantilados en forma de zigzag que imitan la cola de un dragón. La carretera lleva a continuación al mirador del Andén Verde (Artenara), en el que regodearse ante la playa fósil de las Arenas, a 600 metros de altura, en un ventoso escenario de cardones y tabaibas, arbustos endémicos canarios.

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Espectacular mirador del Balcón en un acantilado vertical y colgado sobre el intenso azul del Atlántico. Desde él se distingue la 'cola de dragón' una fila de gigantescos acantilados en forma de zigzag como la cola de un dragón.

RELAX EN LA LAGUNA DE LA ALDEA DE SAN NICOLÁS

Para relajarse, un buen lugar es la laguna costera de La Aldea de San Nicolás. En Las Barquillas se encuentra el parque Rubén Díaz y en La Caletilla podemos hacer snorkel. Desde La Aldea recomendable es, pese a las curvas, subir a Artenara o, como mínimo, al mirador del Molino. Y también visitar, a la salida del pueblo, en Tododomán, Cactualdea (cactualdea.es), un impresionante parque de cactus que reúne 1200 especies, entre los que sobresalen las Euphorbias candelabrum, de casi 10 metros de altura.

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Cactualdea Park, el mayor parque temático de cactus de toda Europa.
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En Cactualdea Park encontramos más de 1.200 especies de cactus y algunos animales como burros, pavos reales. o avestruces.

LAS IDÍLICAS PLAYAS DE GÜI-GÜI

Las dos playas de Güí-Güí (para los locales, Guy Guy) se conectan en bajamar formando un circo acantilado de extrema belleza. A ellas podemos llegar bien desde Tasartico, a través de una ruta montañera de 2 horas y 15 minutos, para la que se requiere estar en forma y madrugar o, más cómodo, en las lanchas de Gomauro Oliva (tel. 677 06 66 95), que van y vienen desde la playa de Tasarte en unos 25 minutos.

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Güi-Güi es, sin duda, una de las playas más idílicas de este isla Canaria. Un arenal salvaje y escondido al que se llega a pie tras una ruta senderista de cierta dificultad, o con una pequeña y agradable excursión en barco.

PUERTO MOGÁN, EL FINAL

Para acabar espera el pintoresco Puerto de Mogán, la llamada Pequeña Venecia, una urbanización llena de terrazas, con una playa de arena traída del Sáhara, submarino turístico, el yacimiento La Cañada de los Gatos, hoteles de altas prestaciones, barcos de cabotaje... Imposible aburrirse en el punto y final de la ruta.

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Puerto Mogán es el final de esta ruta por el occidente de esta isla canaria. Conocido como 'la pequeña Venecia' por los canales y puentes de la localidad es una de las paradas oblogatorias de la isla.

GUÍA PRÁCTICA

Dónde dormir

Redondo de Guayedra (redondodeguayedra.com), en Agaete, es un original eco-resort que ofrece villas y cuevas, piscina climatizada y acceso a la playa en una finca con jardines y animales de granja. La Aldea Suites (laaldeasuites.com) de La Aldea de San Nicolás, cuenta con confortables suites, piscina y solárium. Y en el hotel Puerto de Mogán (hotelpuertodemogan.com), un resort de cuatro estrellas emplazado literalmente sobre el mar.

Dónde comer

En la aldea de Guayedra de Agaete, el restaurante Los Almácigos se encuentra inmerso en un bosque de almácigos centenarios donde José Miguel Rodríguez aplica sobre alimentos kilómetro 0 un filtro de sutileza creativa. Severo, en La Aldea de San Nicolás, sigue manteniendo, aunque pasen los años, la frescura de sus pescados y sus precios. Y en Veneguera, Mogán, el asador Las Cañadas (restaurantelascanadas.es) es un acierto donde degustar al aire libre carne de cabra y flan de almendra.

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