¿Un pájaro? ¿Un avión? No, ¡un dron! Los duques de Sussex, preocupados por la seguridad de su casa

El príncipe Harry y Meghan Markle han contactado con la policía por si pudiera tratarse de una amenaza terrorista

Por Lara Fernández

Desde que cruzaron el Océano Atlántico rumbo a su nueva vida alejada de palacio, el príncipe Harry y Meghan Markle han estado preocupados por su seguridad y la de su hijo Archie. Después de residir un tiempo en Canadá, se trasladaron a Los Ángeles y el presidente estadounidense Donald Trump anunció que su Administración no iba a correr con los gastos de su protección. Los duques de Sussex recurrieron entonces a fondos privados. Pero entonces decidieron, además, bunkerizar su casa e instalar vallas a fin de protegerla de miradas curiosas.

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El objetivo era que ni los paseantes ni cualquier otra persona que deambulara por la zona pudiera atisbar nada del interior de la propiedad. Sin embargo, en los últimos días el matrimonio ha detectado la presencia de al menos cinco drones sobrevolando el terreno a baja altura a cualquier hora del día. Uno de ellos coincidió con el momento en el que los orgullosos padres jugaban en la piscina con Archie. Así que, ante el temor de que puedan ser aviones no tripulados destinados a fotografiarles o incluso una amenaza terrorista, han trasladado esta preocupación a la policía.

Varios medios estadounidenses han apuntado que estos drones que se aproximan a la vivienda tienen preocupada a la pareja, dado que ya cuando Harry y Meghan contrajeron matrimonio ella recibió insultos racistas y amenazas. Por ello, los duques de Sussex están planeando contratar a su propio equipo de seguridad privada aunque para ello tengan que sufragárselo ellos mismos. "No piden ningún tratamiento especial, solo quieren que se respete la seguridad que todos esperamos que se respete en nuestras casas", deslizaba un amigo cercano al matrimonio a The Daily Beast.

Así es por dentro la espectacular mansión donde viven Harry y Meghan

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La residencia del nieto de la reina Isabel II de Inglaterra y de su familia, recordemos, está ubicada sobre la cima de una colina en Beverly Hills. Propiedad del magnate de Hollywood Tyler Perry, cuenta con ocho dormitorios, doce baños y una extensa parcela con piscina desde la que se divisan unas impresionantes vistas de toda la ciudad. La mansión, valorada en más de 16 millones de euros, se encuentra en un vecindario lleno de celebrities -Paris Hilton, por ejemplo, ha vivido en esta zona-.

Harry y Meghan permanecen en esta casa de 90.000 metros cuadrados de extensión. Aquí celebraron hace unos días su segundo aniversario de boda y lo hicieron con una cena temática en la que degustaron platos mexicanos. El hijo de Carlos de Inglaterra obsequió a su esposa con un ramo de rosas y una joya, mientras que recibió de sus manos una tarjeta personalizada hecha a mano. Por cierto que el coro góspel que emocionó a todos en su gran día quiso felicitarles con un emotivo vídeo.

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Por el momento la pareja se encuentra en Estados Unidos. De aquí podrían haber salido si se hubiera celebrado la boda real de Beatriz de York con Edoardo Mapelli, prevista para este mismo viernes en Reino Unido. Habría supuesto, de hecho, la esperada reaparición de los duques de Sussex en el país, algo que no se produce desde el pasado 31 de marzo, cuando acudieron junto a los duques de Cambridge a los actos celebrados con motivo del Día de la Commonwealth.