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Si algo no le faltará al bebé de Sussex son compañeros de juegos, teniendo en cuenta que se encontrará con nada más y nada menos que tres primos paternos deseosos de sumar uno más a la tropa. También los primerizos papás tendrán la suerte de contar con unos buenos consejeros cerca cuando afloren los nervios. Los duques de Cambridge, con tres adorables principitos, tienen sobrada experiencia en todo el protocolo que envuelve a los nacimientos reales, aunque la ilusión y la emoción siempre prevalecen sobre cualquier ortodoxia palaciega. Todos hemos sido testigos de cómo, a pesar de que las imágenes se repiten, cada uno de los nacimientos de los primos paternos del bebé de los Sussex ha dejado momentos únicos para el recuerdo.
George de Cambridge, el primogénito
El mundo contuvo la respiración el 22 de julio de 2013 desde que la duquesa ingresó en el hospital hasta el anuncio de la llegada al mundo del primer hijo de los duques de Cambridge. Pasaron 15 horas, que no es mucho tiempo, aunque la feliz mamá ha mejorado su marca en los sucesivos partos sorprendiendo a todos con su rápida recuperación, pero era el primogénito y la expectación era mayúscula. Tanto, que incluso el tabloide The Sun cambió su nombre por The Son (El Hijo, en inglés) en su edición de ese día.
El pequeño, bautizado como George Alexander Louis, pesó 3 kilos 798 gramos de pura felicidad, como expresó su padre, que estuvo presente durante el parto, en un comunicado: “No podemos estar más felices”. Además de Guillermo, acompañaban a la duquesa, su madre, Carole Middleton y su hermana Pippa Middleton.
George de Cambridge, tercero en la línea de sucesión del trono, era el primer nieto tanto para los abuelos maternos como para el paterno, que el día de su nacimiento se encontraba en una visita oficial en Yorkshire, aunque no tardó en ir con su esposa, la duquesa de Cornualles, a conocer al bebé. “Es maravilloso, en unos minutos los veréis”, fueron las primeras palabras del feliz abuelo sobre su nieto.
Cuando llegó el momento del posado, la feliz pareja bajó la ya mítica escalinata del Hospital Saint Mary, en Paddington, con el pequeño en brazos, del que decían: “tiene un buen par de pulmones”, por su impetuoso llanto infantil. Pero el detalle que no se les escapó a los seguidores de la Familia Real, es que el vestido celeste de lunares blancos que lucía una emocionada duquesa de Cambridge, recordaba mucho al que llevaba la princesa Diana cuando presentó a su hijo Guillermo.
Charlotte de Cambridge, una princesa para la historia
El 2 de mayo de 2015, esta vez tan solo 10 horas después de su ingreso, los duques de Cambridge daban a conocer al mundo la buena nueva: es una niña. Charlotte Elizabeth Diana, como llamaron a la pequeña en honor a su abuelo, a su bisabuela y a su inolvidable abuela.
Mientras George quedaba al cuidado de sus abuelos maternos, nacía su hermana y la cuarta en la línea sucesoria. Además, por primera vez en la historia no será desbancada de esa posición por ningún hermano menor como ocurría antes de que se diese luz verde en 2013 a una serie de cambios en la ley de sucesión, que entraron en vigor en 2015. La decisión fue aprobada de manera unánime en la cumbre de la Commonwealth del 2011 en Australia, cambiando una ley de 300 años de antigüedad. La norma hasta entonces vigente dictaba que el heredero al trono sería el hijo varón nacido del rey o la reina, y que el título solo pasaría a una hija cuando no hubiera hombres.
Charlotte de Cambridge hace historia tras el nacimiento de su hermano
El nombre de la pequeña, que pesó 3 kilos 713 gramos, se dio a conocer 48 horas después de su nacimiento y, además de hacer las delicias de los británicos por el recuerdo a la princesa Diana, también provocó el regocijo de una de sus primas, llamada Charlotte Diana. Se trata de la hija de Charles Spencer, hermano de la Princesa de Gales, que, con solo dos años, no pudo contener su alegría al descubrir que sus nombres coincidían. “Está en una edad en la que piensa que todo gira alrededor de ella”, bromeaba su padre en Twitter.
Louis de Cambridge, el benjamín
El nacimiento de Louis de Cambridge, el 23 de abril de 2018, es el que tenemos más reciente en la retina. De nuevo batiendo récords, la duquesa apareció espléndida en la escalinata del hospital de Saint Mary, tan solo siete horas después de haber ingresado. Louis Arthur Charles, como reveló Kensington posteriormente, pesó nada más y nada menos que 3 kilos 900 gramos, y ocupa el quinto lugar en la sucesión del trono, justo por detrás de su hermana que gracias a la modernización de la legislación al respecto, mantiene intacta su posición pese al nacimiento de un varón.
Primeras imágenes oficiales del príncipe Louis, tercer hijo de los duques de Cambridge
Sus hermanos mayores no podían esperar a conocer al pequeño. Por eso, unas horas antes de la presentación ante los medios, el príncipe Guillermo abandonaba la clínica sonriente y, ante la expectación de los periodistas, dijo: “vuelvo en un minuto”. Y efectivamente, minutos más tarde apareció con sus dos hijos de la mano. George, que salía del colegio a las 15:00, llegaba con el uniforme de la escuela y rostro algo serio. Nada que ver con la pequeña Charlotte, que sonriendo y muy guapa con un vestidito azul y chaqueta oscura, saludaba a su llegada a todos los presentes.
Pero la anécdota del día no la protagonizaron ni sus padres ni sus hermanos, sino un ingenioso taxista. A las puertas del hospital se pudo ver en la parte de atrás de un taxi una figura de cera de la reina Isabel II luciendo un traje de chaqueta rosa, broche en el lado izquierdo y collar de perlas.
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