Los padres y madres de niños en edad escolar están acostumbrados al boli rojo (al temido boli rojo). Con él, los profesores hacían sus correcciones cuando los papás de hoy iban al colegio; les subrayaban o hacían un enorme círculo en torno al error o errores cometidos con el objetivo de que el alumno lo viese, pusiese atención sobre él y no volviese a cometerlo.
La cuestión es que, en la mayoría de los casos, seguían cometiendo ese y otros errores. ¿Por qué? ¿No se habían enterado? Por si acaso era eso, en el siguiente ejercicio el fallo se destacaba aún más. Quizás en algunos escolares era útil, pero en aquellos con mayores dificultades no se lograba más que ahondar el problema. Fue una madre la que decidió darle la vuelta a la tortilla con idea tan simple que parece increíble que no se le haya ocurrido a nadie antes: la técnica del boli verde.