Bebé con granitos en la cara©AdobeStock

Dermatología

¿Qué son esos granitos que tiene tu bebé?

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano. Protege ante agentes externos, regula la temperatura corporal, ofrece sensaciones placenteras y dolorosas... La piel del bebé es diferente a la del adulto y es muy habitual que tenga imperfecciones o granitos.

Ya sea por procesos víricos o por otras causas derivadas directamente de la evolución de la piel en sus primeros meses de vida, es muy habitual que la piel del bebé o del niño pequeño muestre lo que popularmente conocemos como granitos.

La Dra. Ángela Hernández, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y dermatóloga del Instituto de Medicina y Dermatología Avanzada (IMDA), de Madrid, nos da las claves para saber cuándo estos granitos tienen importancia.

¿Granitos o exantemas?

Aunque solemos darle el nombre de granitos, la realidad es que esas imperfecciones o afecciones en la piel de los niños no responden muchas veces a lo que en realidad se puede considerar un granito como tal. Así, el granito es una protuberancia en la piel, que suele estar enrojecida y donde se distingue una especie de “cabeza”.

Es totalmente diferente al exantema, que es una erupción que se produce en la piel, suele ser de color rojizo o similar y extenderse por zonas amplias o ser generalizado. La mayoría de las enfermedades víricas que tienen manifestaciones dermatológicas lo hacen en forma de exantemas. Es el caso del exantema súbito, de la denominada “enfermedad del bofetón”, del boca-mano-pie... que concentran gran parte de sus síntomas en las manifestaciones cutáneas.

Niña con su hermano bebé en brazos©AdobeStock

¿Cuándo requieren consulta médica?

Los exantemas no suelen ser motivo de urgencia médica, aunque muchos padres sí acuden al hospital cuando ven que sus hijos tienen alguno. Y lo hacen especialmente por dos razones, como cuenta la experta, “por un lado por lo aparatosos que son y, por otro, por lo molestos”.

Cuando los padres ven esas alteraciones en la piel de sus bebés se suelen asustar mucho y como no saben a qué es debido, acuden a los servicios de urgencias. También “porque el niño suele estar molesto, le pica, no duerme bien, llora...”, destaca.

Sí hay un caso en que los exantemas requieren de examen médico inmediato. Es el caso de los exantemas con una parte en color púrpura, las denominadas petequias. Si el niño tiene estas manchitas purpúreas que no desaparecen al presionarlas, hay que acudir a la mayor brevedad a un centro médico, como indica la dermatóloga, pues puede tratarse de algo mucho más grave.

No hay que confundir estas petequias que salen por una causa vírica o bacteriana, con las petequias benignas que aparecen tras un esfuerzo, por ejemplo, cuando el niño se pone a llorar. En este segundo caso, saldrán por el cuello y por la cara, mientras que cuando son peligrosas e indicativas de algo más, salen por todo el cuerpo.

Muchos problemas de piel en el recién nacido van mejorando o desapareciendo según va pasando el tiempo. Por ejemplo, hay niños con dermatitis atópica en sus primeros años de vida, que luego la superan. Eso sí, un buen diagnóstico y un tratamiento y un estilo de vida adecuados va a ayudar mucho.


¿Está la piel seca o inflamada?

Ante los exantemas, que suelen ser rugosos, muchos padres creen que a la piel le falta hidratación, que es un problema de sequedad, y aplican cremas emolientes. Por eso hace falta el diagnóstico de un profesional para que valore qué está pasando en la piel. “Puede que el exantema esté áspero y se trate de una inflamación, por lo que el niño no necesita hidratación sino tratar esa inflamación”, destaca la Dra. Hernández.

También a veces ante el picor, los progenitores suelen insistir con cremas hidratantes, que consuelan momentáneamente, pero no van al foco del problema, que en muchos casos va a precisar de un antihistamínico.

Afortunadamente, la mayoría de los granitos en la piel de los recién nacidos van a ser benignos y no tendrán mayor importancia. Sin embarago, la dermatóloga de la AEDV insiste en que “cuando estemos ante un exantema muy aparatoso y/o que tenga pus, hay que consultar con el pediatra o con el dermatólogo”. Es así, pues pueden ser el síntoma de infecciones más relevantes.

No es lo común, pero algunas enfermedades importantes, también de tipo neurocutáneas, se manifiestan con problemas en la piel. Por eso, ante la aparición de manchas (importa el número de ellas y su tamaño) en la piel del bebé o del niño, hay que consultar para descartar otras alteraciones.


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