Niña con mascarilla©AdobeStock

Psicología

¿Conoces el llamado ‘síndrome de la cara vacía’ y cómo afecta a los niños?

La pandemia ha pasado factura a nivel psicológico a todos y, muy especialmente, a los niños. El ‘síndrome de la cara vacía’ es una de las consecuencias que ha provocado el poder desprenderse (en las ocasiones permitidas) de la mascarilla, después de su uso obligatorio. ¿Cómo les afecta a los niños? ¿Cómo afrontar esta sitaución?

Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), los niños y niñas nacidos en época pandémica han estado expuestos a menores situaciones de estimulación, lo que provoca déficits en su desarrollo neurológico. Por tanto, esto ha ocasionado retrasos madurativos en los nacidos a partir del 2020.


“También ha supuesto daños emocionales y de conducta ya que los niños y niñas de esta época han estado menos expuestos a situaciones sociales”, según nos explica la psicóloga infantil Raquel García (@elrincon_deinfantil), experta en desarrollo infantil y estimulación del lenguaje. “Debemos recordar que el mayor crecimiento neuronal se realiza en la etapa de los 0 a los 6 años. Por tanto, todo aquello que hagamos en esta fase del desarrollo, es vital para la formación del cerebro de esos niños y niñas. Estar expuestos en entornos en los que se les ha privado de ciertas situaciones de estimulación y aprendizaje, hace que tengamos déficits en el desarrollo. Esto se traduce en un aumento en las consultas pediátricas y valoraciones por parte de los equipos de orientación de los centros educativos. Dichas valoraciones han aumentado al doble en los alumnos y alumnas que han iniciado 2º ciclo de educación infantil en los últimos dos años. La mayoría de ellos presentan retrasos madurativos en el lenguaje”, nos asegura.

Niño quitándose mascarilla©AdobeStock

Qué es el ‘síndrome de la cara vacía’ en niños

Una de las patologías psicológicas que ha nacido a consecuencia del uso de mascarillas por la pandemia COVID-19, es el ‘síndrome de la cara vacía’: “Se trata de un tipo de sintomatología ansiosa que se genera ante el hecho de exponerse al entorno sin mascarilla”, nos explica la experta. “El miedo al contagio y la preocupación excesiva lleva a pensamientos obsesivos que hacen que estas personas no sean capaces de quitarse la mascarilla en lugares públicos”, indica. Pero este síntoma además de afectar a adultos, parece estar también bastante extendido en niños. ¿Cómo detectarlo en nuestros hijos y cuándo debemos preocuparnos por este comportamiento? “Debemos preocuparnos cuando la sintomatología ansiosa es tan evidente, que imposibilita a aquellos que lo padecen seguir una vida normalizada con bienestar psicológico”, dice la experta. Y aconseja: “Debemos observar la reacción del niño cuando tiene que enfrentarse a la situación de miedo. Si esta reacción es exagerada y le produce mucha inestabilidad emocional, esto nos puede estar indicando que puede padecer este síndrome”.

Normalmente este tipo de ‘problemas’ esconden tras de sí, ‘algo más’: “Previamente a la pandemia algunas personas desarrollaban TOC, es decir, trastorno obsesivo compulsivo por miedo al contagio. Dicho trastorno solía hacer que estas personas necesitasen una limpieza de manos exhaustiva, así como ciertas rutinas y conductas para evitar contagiarse de algún tipo de virus. Los rituales eran tan obsesivos que las personas no podían seguir una vida normalizada, lo que les incapacitaba. Detrás de este síndrome se esconde un patrón psicológico similar al TOC por contagio, por lo que debemos estar alerta para poderlo trabajar y resolver lo antes posible”, recomienda Raquel.


Cómo actuar cuando lo sufren los niños

Desde que comenzara la pandemia los niños han interiorizado tanto el uso de mascarilla que a día de hoy desprenderse de ella (en las ocasiones que se permite), para muchos es complicado, suponiendo un verdadero esfuerzo: “En estos casos debemos actuar sin juzgar. Entrar en juicios sobre si es correcto o no lo es lo único que conseguirá es que los niños se reafirmen en su propia actitud obsesiva. Por tanto, es interesante que vayamos rompiendo sus pensamientos obsesivos a través de situaciones cotidianas y ejemplos prácticos. No obligarles, pero si animarlos a quitarse la mascarilla. Dándoles ejemplos de hechos objetivos junto con refuerzo positivo ante la mínima acción de afrontamiento al miedo, es la receta perfecta”, aconseja la psicóloga infantil.

Y, además, nos da una serie de consejos generales para explicar a los niños cómo es hoy el mundo ‘pospandemia’, o mejor dicho, cómo aprender a convivir con la pandemia el tiempo que nos quede: “Siempre conviene trabajar la pandemia desde la seguridad y la confianza. Nunca desde el juicio personal, ni con connotaciones emocionales. Por tanto, debemos explicarles las distintas situaciones de la actualidad con naturalidad y sin engaños. Intentar modificar el discurso para evitarles el sufrimiento lo único que causa es incertidumbre en el niño o la niña, y esto hace que les produzca más miedo la situación en sí”.

La experta asegura que la sinceridad es el mejor arma para hablar con nuestros hijos sobre temas tan importantes como puede ser la pandemia y añade que: “Aunque les expliquemos que ahora podemos hacer ciertas cosas que antes no podíamos, les tenemos que decir que esto es algo que nos indican los médicos y las personas que cuidan de nosotros. Se trata de normas que son por nuestro bien y que debemos estar tranquilos con ellas”, concluye.

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