Ansiedad y depresión en niños y adolescentes©AdobeStock

Psicología

Cómo detectar si tu hijo sufre algún trastorno de salud mental

La pandemia ha influido en el aumento del número de casos de depresión y ansiedad infantil. ¿Cómo podemos aprender a identificar un trastorno mental en los niños?

La ONG Save the Children publicaba hace unos días el informe ‘Crecer saludable(mente)’, donde se aborda el tema de cómo ha repercutido la pandemia por Covid-19 en la salud mental de los jóvenes. Y es que los datos indican que estos trastornos afectan a un 6,9% de niños y adolescentes mientras que, en 2017, la cifra era del 2,5%.

Para comentar estos datos hemos hablado con Belén Colomina, psicóloga y psicoterapeuta Gestalt, especialista en infancia y adolescencia, y colaboradora de la app de meditación Petit BamBou. Le preguntamos si en su consulta ha visto un incremento de pacientes y cuáles son los motivos, a lo que nos responde: “Sí, han aumentado los casos de ansiedad, fobias y un uso excesivo de las nuevas tecnologías tanto en niños como en adolescentes”.


Y es que los momentos tan duros que hemos tenido que vivir como sociedad han pasado factura a los más pequeños porque quizás, ellos son los que menos recursos tienen a la hora de asimilar, ¿qué está pasando en el mundo? Una pandemia con una enfermedad contagiosa para la que es obligatorio el uso de mascarillas, guardar distancias de seguridad, produce miles de muertes, un confinamiento que duró semanas… ¿Cómo explicar lo que está pasando a los niños?: “Depende mucho de cómo se haya tratado y explicado en cada una de las familias. Los menores ven el mundo que los adultos les presentamos, de ahí la importancia de saberles trasmitir lo que ocurre desde la perspectiva real, pero con serenidad, sabiendo adaptarnos a su lenguaje según su edad y no anticiparnos sino ir respondiendo a sus inquietudes según surjan ofreciendo un mapa de seguridad y confianza”, nos cuenta Belén.

¿Cómo identificar que nuestros hijos pueden padecer algún trastorno?

Quizás esta sea una de las preguntas más comunes en los padres y es que sobre todo, en la época de la adolescencia, en algunos casos, la comunicación deja de ser tan fluida. Los adolescentes se cierran en sí mismos y es difícil saber qué pasa por su mente.

Si volvemos a los datos del estudio, en él se informa que los padres notaron cambios de comportamiento que no se daban antes de la pandemia y es que según nos detalla la experta: “Suele haber un cambio repentino en su conducta, en sus hábitos diarios o su forma de expresión. Por ejemplo, puede haber alteración de los hábitos del sueño, insomnio o pesadillas recurrentes, terrores nocturnos, cambios en la conducta alimentaria, un cambio en su forma de expresión emocional o en su forma de relacionarse con los demás, problemas repentinos en las notas (no explicados por una dificultad en el aprendizaje) o de su comportamiento en clase. Cambios bruscos y llamativos en los que tan importante es descartar que existan problemas médicos como que se proceda a una valoración psicológica y emocional”.

Qué pueden hacer los padres en estos casos

Save the Children advierte en su informe que es mejor actuar desde un diagnóstico preventivo para evitar la cronificación de las patologías y en línea con esta recomendación, la experta nos explica que hay que ofrecerle ayuda desde el momento en que se comience a sospechar. “Es mejor intervenir pronto para poder prevenirlo a esperar que los síntomas sean más graves. Saber ver y escuchar si algo está cambiando y ofrecerle el espacio seguro de expresión para elaborar y atender lo que le está ocurriendo. El síntoma es una forma de expresar que algo empieza a no estar bien”, afirma Belén.

Y si hay algo importante, es normalizar la situación: “Ir al psicólogo debería ser tan normal como acudir al médico pues en realidad son profesionales que nos ayudan no solo para las enfermedades graves, sino que también nos facilitan información para la prevención de la salud y para pequeñas molestias”, asegura la psicóloga y prosigue: “Las emociones y nuestro mundo y diálogos internos son muy importantes puesto que dirigirán nuestras acciones. Hay que darles el lugar y la importancia que merecen. Ir al psicólogo es ofrecerle la oportunidad de crear herramientas internas de desarrollo y afrontamiento de sus problemas y dificultades. Es la mejor caja de herramientas para reparar las dificultades que se le puede ofrecer a un niño, a un adolescente o a un adulto”.


Pautas que ayudan a los padres a prevenir la ansiedad y depresión en niños y adolescentes

Tanto los padres como los educadores tienen un papel fundamental en la prevención de este tipo de situaciones por lo que la educación, tanto en la escuela como en casa, será primordial para detectar algún problema. Estar alerta y observar su comportamiento es crucial para que cuando haya algún cambio enseguida seamos conscientes y actuemos. La psicóloga nos da una serie de pautas para llevar a cabo y que debemos practicar en casa con nuestros hijos:

  1. Hablar con el niño de todo lo que le preocupa, de cómo se siente
  2. No forzarle a hablar de sus sentimientos sino estar disponibles cuando él lo necesite.
  3. Actuar como modelos en la gestión emocional
  4. Ayudarle en la resolución efectiva de problemas, afrontar y resolver desde la calma y la relajación siempre es mejor que la evitación
  5. Fomentar una comunicación consciente y efectiva
  6. Presencia del adulto, compartir y promover en ellos experiencias positivas y variadas
  7. Potenciar sus cualidades y fortalezas internas, sus recursos personales
  8. Fomentar la conducta proactiva
  9. Centrarse en el presente y en los recursos disponibles y no tanto en las preocupaciones o fantasías catastróficas del futuro para fomentar la autoeficacia
  10. Mostrarle empatía, ofrecerle seguridad, apoyo y afecto
  11. Fomentar una buena red social de amigos
  12. Fomentar una sana autoestima, no basada en resultados o comparaciones sino en la apreciación de su personalidad
  13. Fomentar hábitos de vida saludables en la familia