Mujer embarazada con un cinturón pélvico©AdobeStock

Embarazo

Cinturón pélvico: ¿cuándo lo necesitas en el embarazo y el posparto?

A lo largo de los nueves meses de embarazo se pueden presentar diversas molestias. Algunas pueden mitigarse con distintas ayudas. El dolor lumbar suele aparecer al final de la gestación y el cinturón pélvico puede ser un buen aliado.

El cinturón pélvico es un elemento que puede resultar muy útil a algunas mujeres durante el embarazo y el posparto. Tiene unas indicaciones precisas y su función es distinta a la faja. Esta última es más ancha y recoge todo el abdomen, mientras que el cinturón pélvico es más estrecho, rodea la pelvis y apenas toca la zona abdominal.

¿Cuándo está indicado en el embarazo? ¿De qué manera puede ayudar en el posparto? Le hemos preguntado a Carolina Sebastián López, fisioterapeuta especialista en Uroginecología y Obstetricia (www.fisioterapiacarolinasebastian.com).

¿Cómo funciona el cinturón pélvico?

El cinturón pélvico es una banda elástica cuya función principal es dar soporte a los huesos de la pelvis. “Es una manera de aplicar fuerzas externas que comprimen y estabilizan las articulaciones y, por lo tanto, podría influir en la alineación pélvica”, explica la fisioterapeuta.

Lo ideal, antes de que la mujer lo utilice por su cuenta, es que consulte con su ginecólogo o con su materona. Además, puede estar indicado contar con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, que valore la postura, la biomecánica de la pelvis y la columna lumbar.

“Si tienes molestias, deberías hacer un tratamiento de fisioterapia y utilizar el cinturón como complemento a ese tratamiento”, concreta Carolina Sebastián.

Así se coloca correctamente el cinturón pélvico

Es importante colocar correctamente el cinturón. “La forma correcta de colocarlo es paralelo al suelo; debería quedar por debajo de las espinas ilíacas antero-superiores y por encima de la sínfisis del pubis”, indica la experta. Se comienza por la parte de atrás y se lleva hacia adelante, luego se cierra con el velcro sin apretar demasiado. Debe quedar justo por encima del hueso del pubis. El último paso es ajustar las tiras en la parte delantera para ganar fuerza.

“Tenemos que poder flexionar la cadera (subir el muslo) sin que haya restricción de movimiento”, aconseja la fisioterapeuta (@fisiosalamanca en Instagram).

Si se coloca de forma incorrecta, con demasiada presión, puede resultar incómodo y si la presión es insuficiente, no hacer el efecto buscado. “Es muy poco probable que provoquemos un problema de circulación periférico”, tranquiliza.

Mujer embarazada poniéndose un cinturón pélvico©AdobeStock

¿Qué beneficios tiene en el embarazo?

Durante la gestación, el cinturón pélvico tiene la función de aliviar el dolor y reducir la presión sobre algunas zonas. A medida que avanza el embarazo y que el volumen de la tripa se hace más grande, muchas mujeres tienen molestias que les afectan a su día a día o que pueden resultar, en los casos más extremos, invalidantes.

Unir el tratamiento indicado al cinturón pélvico tiene estos beneficios en el embarazo, que relata la experta:

  • Reducir el dolor en la zona lumbar.
  • Aminorar el dolor en la zona sacroilíaca (unión del hueso sacro con palas ilíacas de la pelvis).
  • Calmar el dolor en el área del pubis.
  • Aliviar las molestias en la zona de la ingle (casi siempre debido a la tracción del ligamento redondo del útero).
  • Reducir la presión que recibe el abdomen con la práctica del ejercicio físico.

Todo ello se explica ya que el cinturón “disminuye la laxitud de las articulaciones sacroilíacas (disminuye su movilidad), disminuye los cambios de alineación en la columna lumbar, incrementa la compresión de la articulación y mejora la estabilidad lumbopélvica”, destaca.

¿Cómo actúa el cinturón pélvico en el posparto?

En el parto, la pelvis se somete a grandes cambios: los ligamentos de las articulaciones se relajan, se estiran y se vuelven más flexibles, lo que ayudará a las palas ilíacas a separarse con el objetivo último de favorecer los movimientos que harán que el bebé avance por el canal del parto.

Todos estos cambios llevan a que durante el posparto algunas mujeres noten cierta inestabilidad o sensación de que tienen la pelvis más ancha. “El cinturón ayudará a recuperar la estabilidad articular de la pelvis y, además, a devolverla a su estructura original. Si hay dolor pélvico, también puede ayudar a aliviarlo”, explica Carolina Sebastián.

El cinturón pélvico se usaría en las ocho primeras semanas posparto, para ir retirándolo paulatinamente. “No sería conveniente utilizarlo para dormir ni para estar en la cama. Hay que tener en cuenta, además, que no podemos tratarlo en ningún caso como medida única; siempre hemos de acompañarlo con ejercicio terapéutico, convenientemente pautado desde el entorno de la fisioterapia”, detalla.

Para que la recuperación sea buena en el posparto, la especialista recomienda seguir el recorrido: ginecólogo-matrona-fisioterapeuta-entrenador. “Sería conveniente que tanto la fisoterapeuta como la entrenadora sean especialistas en suelo pélvico para poder incidir más en los aspectos relacionados con el posparto y la correcta reincorporación a la actividad cotidiana y deportiva”, insite la experta.

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