¿Qué es un quiste óseo aneurismático?

Se trata de una tumoración que aparece en los huesos, generalmente, de la pierna. Te explicamos si se trata de un problema de salud grave o si se podría confundir con un tumor maligno

Por Nuria Safont

El quiste óseo aneurismático es una lesión ósea benigna que suele aparecer en menores de 20 años, principalmente en los huesos de la pierna. En este artículo, hablaremos con Javier Santos de la Fuente, responsable de la Unidad de Tumores Musculoesqueléticos del Hospital Vithas Xanit Internacional, sobre qué es un quiste óseo aneurismático, cuáles son los síntomas más comunes, cómo se diagnostica y se trata, y factores que pueden afectar el pronóstico del paciente.

Según Javier Santos de la Fuente, "el quiste óseo aneurismático es una lesión ósea benigna que puede ser considerada como una malformación o un verdadero tumor". Este tipo de lesión ósea es resultado de una alteración local de la circulación sanguínea, lo que provoca una dilatación del hueso que toma el aspecto de un quiste con paredes adelgazadas que pueden llegar a romperse. Aparece principalmente en los huesos de la pierna, pero también puede darse en la columna o la pelvis, aunque con menos frecuencia.

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Síntomas

El síntoma más común del quiste óseo aneurismático es el dolor, especialmente si ha ocurrido una fractura. También puede haber dolor debido al aumento de la presión dentro del quiste y por la compresión de estructuras vecinas. Según Javier Santos de la Fuente, "en algunos casos, los quistes óseos aneurismáticos pueden detectarse de forma accidental en una radiografía".

Es importante destacar que, en ocasiones, el quiste óseo aneurismático puede confundirse con otras enfermedades óseas o tumorales malignas. El aspecto en las radiografías y la resonancia magnética suele ser bastante típico, pero según el experto, "hay un 30% de casos en los que el quiste acompaña a un verdadero tumor que puede ser benigno o maligno". Por esta razón, no es suficiente con las pruebas de imagen y siempre se hace una biopsia para confirmar el diagnóstico y elegir el tratamiento más adecuado.

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Diagnóstico

En cuanto al diagnóstico, se realiza mediante pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas. No obstante, siempre se hace una biopsia para confirmar el diagnóstico y elegir el tratamiento más adecuado. Según Javier Santos de la Fuente, "la biopsia es necesaria para distinguir los quistes óseos aneurismáticos de otros tumores óseos que se le parecen, como el osteosarcoma, que es un tumor maligno".

Tratamiento

En cuanto al tratamiento, tradicionalmente se ha tratado con cirugía, ya sea raspando el quiste para eliminar todo el tejido patológico o extirpándolo en una sola pieza. Sin embargo, puede volver a aparecer incluso después de una intervención correcta. Por eso, actualmente se tiende a tratarlos de forma menos invasiva mediante métodos como punciones para inyectar sustancias que eliminan el tejido enfermo o cateterismos para cerrar los vasos sanguíneos que producen la lesión.

Finalmente, tras el tratamiento, es necesario hacer un seguimiento de al menos dos años para asegurarnos de que no vuelva a aparecer. Habitualmente, se consigue la curación.

Además, según Javier Santos de la Fuente, "también puede ser importante el tamaño del quiste óseo aneurismático, ya que los que tienen más de 5 cm de diámetro tienden a tener una tasa de recurrencia más alta". Por lo tanto, es fundamental un seguimiento riguroso y un tratamiento adecuado para evitar complicaciones y una posible reaparición de la lesión.

Otro factor importante a tener en cuenta es la localización del quiste. Si está cerca de una articulación o de estructuras importantes, como nervios o vasos sanguíneos, puede provocar problemas funcionales y requerir una intervención más agresiva.

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Pronóstico

En cuanto al pronóstico a largo plazo, el quiste óseo aneurismático es una lesión benigna y, en general, no suele ser grave. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes se curan sin problemas y pueden llevar una vida normal. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, como en cualquier lesión ósea, el daño a largo plazo puede provocar problemas de degeneración articular o artritis.

Por último, es importante destacar que la prevención del quiste óseo aneurismático no es posible, ya que se trata de una lesión ósea benigna de origen desconocido. Sin embargo, es fundamental un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado para evitar complicaciones y una posible reaparición de la lesión.

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