La importancia de autoexplorar nuestra piel periódicamente para prevenir el cáncer de piel

Hablamos con una doctora sobre la importancia de la prevención frente al cáncer de piel, ahora que las temperaturas comienzan a dispararse

Por Pilar Hernán

Si solo te acuerdas de aplicar la crema solar cuando llegan los largos días de primavera, estás cometiendo un error. Estamos expuestos a la radiación ultravioleta solar durante todo el año, no sólo en primavera y verano, tal y como nos confirma la doctora Sofía Rodríguez, médico especialista de MAPFRE Salud, que explica que “aunque generalmente el nivel de radiación solar es menor en invierno, el clima frío y seco deshidrata nuestra piel haciéndola más sensible y vulnerable a las agresiones externas”.

Pero es cierto que es ahora, en estos días de primavera especialmente calurosos, cuando notamos el efecto del sol en nuestra piel, cuando dejamos la manga larga en casa y nos quitamos la medias cuando recordamos la importancia de proteger nuestra piel de los efectos nocivos de la radiación solar, siendo el más grave el cáncer de piel.

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Riesgos tomar el sol sin protección

Tomar el sol sin protección nos hace correr riesgos para nuestra salud tanto a corto como a largo plazo. “A corto plazo, exponernos al sol sin protección produce sequedad cutánea, enrojecimiento, picor, quemaduras y ampollas. Además, acelera el envejecimiento de nuestra piel y favorece la aparición de arrugas. Con el tiempo, la exposición solar sin fotoprotección puede dar lugar a la aparición de lesiones hiperplásicas, manchas en la piel y diferentes tipos de tumores malignos”, nos cuenta la doctora.

La prevención, fundamental frente al cáncer de piel

El cáncer de piel es, sin duda, la consecuencia más grave de esta exposición excesiva, ¿cómo podemos prevenirlo? Tal y como nos cuenta la doctora, para reducir el riesgo de padecer cáncer de piel debemos seguir estos sencillos consejos:

  • Utiliza protección solar todos los días. Aplica productos con SPF 30 o superior, al menos 20 -30 minutos antes de exponerte al sol, y repite su aplicación cada 2 horas o al salir del agua, en caso de que estés en la piscina o la playa.
  • Evita la exposición solar en las horas centrales del día (entre las 12:00h – 16:00h). Permanecer a la sombra siempre que sea posible es esencial para prevenir las quemaduras solares.
  • No te olvides de aplicar crema protectora en zonas que solemos pasar por alto, como el dorso de las manos y de los pies. También es conveniente utilizar gorras o sombreros, a poder ser de ala ancha, para proteger nuestra cara, cuero cabelludo, orejas, cuello y hombros del sol.
  • Hidrátate. Una piel bien nutrida e hidratada está más protegida frente a los factores externos que pueden dañarla.
  • Usa gafas de sol que tengan protección contra los rayos ultravioleta A y B (UVA y UVB) para cuidar tus ojos.
  • Apuesta por alimentos que ayuden a proteger la piel. Un ejemplo son los alimentos ricos en vitaminas A y E, como los espárragos y las espinacas.
  • Lleva prendas de ropa de tejidos tupidos y colores oscuros para evitar que la radiación solar alcance tu piel.

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Personas con mayor riesgo de padecer cáncer de piel

Le planteamos a la experta la duda acerca de si hay personas con un mayor riesgo de padecer cáncer de piel. “Cualquier persona puede desarrollar un cáncer de piel, pero aquellas de tez clara o muy clara, con pecas, ojos azules o verdes, pelo rubio o pelirrojo, que tienen cierto tipo de lunares o lunares numerosos, con antecedentes familiares y/o personales de cáncer de piel y edad avanzada tienen, a priori, un mayor riesgo”, nos detalla la especialista, que apunta que, por otro lado, un pequeño porcentaje de los casos de melanoma tiene alguna base genética, por lo que aquellas personas con antecedentes familiares (padres, hijos, hermanos) de este tipo de tumor pueden tener una mayor predisposición.

Señales de cáncer de piel

¿Cuáles son las señales que nos pueden alertar de que podemos tener un cáncer de piel? “Tenemos que acostumbrarnos a autoexplorar nuestra piel periódicamente en busca de cambios en lesiones ya existentes, así como de lesiones de nueva aparición. Sospecharemos que un lunar puede esconder una lesión maligna cuando es asimétrico, sus bordes son irregulares, su color no es uniforme, su diámetro es superior a 6 mm, sangra, pica o ha cambiado su aspecto, tamaño, color o grosor recientemente”, detalla.

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Acudir al dermatólogo

Ante cualquier sospecha frente a un lunar, debemos plantearnos acudir al  dermatólogo para descartar un posible caso de cáncer de piel. La doctora Rodríguez recomienda hacerlo siempre que creamos que podemos tener una lesión cutánea maligna y, en general, se aconseja hacer una revisión preventiva de nuestros lunares cada año. Todo con el objetivo de prevenir la aparición de un cáncer de piel. “Existen diferentes tipos de cáncer de piel y sus comportamientos son diferentes. Los más frecuentes, de menor a mayor agresividad, son el carcinoma basocelular, el carcinoma epidermoide y el melanoma”, nos comenta. Y es que el pronóstico para una persona diagnosticada de cáncer de piel varía en función del tipo tumoral y del estadio en que se diagnostique. “En general, los tumores basocelulares y epidermoides tienen mejor pronóstico que el melanoma”, nos cuenta.

Le preguntamos a la experta, para finalizar, un consejo: qué le diría a los amantes del sol, de la piel morena, de cara a estos meses que vienen. “Podemos disfrutar de todos los efectos beneficiosos del sol y lucir una piel bronceada sin poner en riesgo nuestra salud. Es imprescindible protegernos adecuadamente del sol cada día del año para evitar el daño irreversible que produce en nuestra piel y las consecuencias que éste puede tener”, concluye.