¿Es por baja autoestima?
Muchas de estas creencias erróneas son producto también de una baja autoestima, que una mala relación puede, además, acentuar.
Silvia Congost nos cuenta algunas de las consecuencias más típicas de una autoestima baja:
Dejar pasar la vida: dejar de hacer cosas nuevas, descubrir nuevos rincones, culturas, costumbres, personas...
Crear dependencia emocional con la pareja: hay personas que incluso mantienen relaciones insanas por miedo a no encontrar a nadie más. Viven con miedo a romper el vínculo porque prefieren estar mal acompañados que solos.
Vivir con celos: sentirse poca cosa y no valorarse a uno mismo nos lleva a tener miedo de que la pareja elija alguien mejor. Para alguien con la autoestima baja cualquiera tiene más aspectos positivos, por lo que cualquiera es una amenaza...aunque solo sea en su cabeza.
Falta de autocuidado: una persona con poca autoestima no se prioriza y pondrá por delante las necesidades de los demás. La falta de amor propio nos lleva a comer mal, a tener atracones, a no hacer deporte, a abandonarnos y a vivir con sobrepeso, lo que nos lleva a hablarnos mal, haciendo más grande la herida en nuestra autoestima, dificultando mucho salir de esa rueda tan destructiva.
Perder oportunidades laborales: no atreverse a aceptar promociones internas o postular a nuevas ofertas por miedo a no estar a la altura y por pensar que los otros lo harán mejor.