Entrevista

Isra Bravo: de disléxico a convertirse en 'copywriter' de éxito

Una historia de superación que ha convertido a un chico con problemas de lenguaje en uno de los mejores expertos en lenguaje persuasivo

Por Nuria Safont

Se llama Isra Bravo y durante algún tiempo pensó que lo suyo no era escribir, porque era disléxico. Ni él mismo entendía a veces lo que había redactado. Pero el tesón del chaval obtuvo frutos en su edad adulta. Y tanto que los tuvo. En la actualidad, gracias a sus cursos de lenguaje persuasivo y a su trabajo de copywriter (sí, un disléxico trabajando de redactor creativo) factura hasta un millón de euros al año. Su libro Escribo porque me gusta ganar dinero (Ed. Alienta)  en menos de 3 meses lleva ya una 5ª edición y ha sido top ventas en Amazon todas las Navidades. Charlamos con él y esta es la lección de superación que podemos aprender de su experiencia. 

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Cuéntanos brevemente tu historia, Isra, ¿cómo te has convertido en uno de los 'copywriter' más cotizados?

Empecé de casualidad, sin saber que hacía copywriting ayudando a un amigo en su empresa de mudanzas. En vez de mandar los presupuestos como si fueran telegramas, solo hablando de los km y los bultos y el precio, utilizamos el poder de las historias. Entendimos el punto de dolor que supone para cualquier persona que hace una mudanza y bueno, aquello funcionó muy bien y fue el comienzo. Unos años después estoy aquí, en esta entrevista (se ríe). Estoy muy contento.

Lo tuyo es una historia de superación personal porque eres disléxico

Sí, lo soy. Y me enteré de mayor. Eso me dio una ventaja, los disléxicos somos personas muy perseverantes, no nos queda otra para poder enterarnos bien de las cosas. Mi hija también lo es, pero a ella se lo detectaron muy pronto en el colegio y aunque suene raro, estoy encantado con que lo sea.

¿Por qué?

Hay una falsa creencia, entre muchas personas, en asociar a los disléxicos con gente más inteligente. Por desgracia, eso no es así (se ríe). No somos ni más ni menos inteligentes por este motivo. Pero si hay algo que es muy común: somos muy perseverantes, pues nos cuesta todo un poco más desde pequeños y solemos tener que buscar soluciones creativas para poder avanzar. Y esos son los motivos por los cuales estoy encantado de que mi hija tenga que afrontar esos retos.

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¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan los disléxicos?

Básicamente, al reto de no sentirte incapacitado para ciertas cosas. Algo tan simple para la mayoría como seguir un dictado, puede ser un problema muy importante para un niño. Y para eso, los padres y su capacidad de transmitir confianza, son claves. Yo fui muy afortunado con mis padres. Mi familia ha sido un gran apoyo. Sin ellos no tendría nada. Ni siquiera la vida tendría sentido, así que imagínate si recibí y recibo apoyo.

¿Se supera la dislexia?

No es algo que se supere. Siempre está ahí, pero se puede mejorar mucho una vez que la detectamos. Dependiendo del grado que tengas, con unas cosas u otras. Pero eso, una vez detectada, todo es más sencillo.

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¿Cuándo creíste en ti y supiste que podías vencer cualquier obstáculo y alcanzar tus metas?

Bueno, siempre he tenido mucha confianza en mí mismo, excepto en el año 2017. Ahí me vi realmente mal, me sentía un inútil que no podría ni mantener a su hija. Me sentía un fraude. Alguien incapaz de hacer algo relevante con su propia vida. Siempre había tenido confianza en mí, en que las cosas llegarían. Pero no llegaban y pensé que era un completo fracaso. Al margen de que lo fuera o no, yo me sentía así. Y todos sabemos lo duros que podemos llegar a ser con nosotros mismos.

Pero conecté con el niño, con mi yo infantil. Siempre estuvo conmigo, pero la época que le perdí de vista fue cuando peor lo pasé. Con esfuerzo llegué a contactar con él y descubrí de nuevo que era un chaval soñador que se ilusionaba por tonterías. Y me gustaba mucho eso, mucho. Pensar a lo grande, sin barreras, eso es lo que hacen los niños y descubrí precisamente eso, que debemos dejarnos guiar por el niño interior. Si lo dejas morir, también lo hará el adulto. Así que empecé a pensar de nuevo a lo grande, sin ponerme barreras estúpidas o imaginarias. Me puse a escribir como un loco, todos los días un email mientas alimentaba mi base de datos. Y funcionó.

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¿Qué es la comunicación persuasiva?

Saber mostrar claramente los beneficios para la persona que te lee o escucha. Saber dibujar en su mente. Es una habilidad que cualquiera puede aprender y es de lo mejor que puedes aprender en tu vida. No hay duda al respecto.

La aplicas al mundo de las ventas, pero nos puede servir en las relaciones humanas

Por supuesto. La vida y la venta es lo mismo.

¿Cómo las mejoran?

Saber utilizar la escritura persuasiva a nivel personal te puede ayudar a ligar más, a vender antes el triciclo de tu hija, a convocar una reunión en tu comunidad de vecinos y que todos vayan o para que te reciba alguien al que le quieras contar una idea. Por poner unos ejemplos. Vale para absolutamente todo.

¿Podemos comunicarnos de forma persuasiva con nosotros mismos?

Qué buena pregunta, por supuesto que sí. Podemos y debemos.

¿Qué conseguiremos si lo hacemos?

A querernos y conocernos más. A saber motivarnos, ver el beneficio de aquello que nos proponemos. En general, a mejorar nuestra vida.

¿Para qué más nos sirve la comunicación persuasiva? 

Por supuesto que sirve para encontrar trabajo. Es más, trabajé varias veces esto con gente, cómo hacer curriculums más interesantes y los resultados son muy buenos. Hay que pensar en esa persona de recursos humanos que reciben cientos de solicitudes. Hay que hacerle ver que nuestra candidatura no es una más.

Danos un consejo para desarrollarla

Una muy buena opción es apuntarse a mi lista de correo (jajaja) en motivante.com Darse de alta es gratis y darse de baja, también, hay pueden ver muchas cosas.

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