Quizá no te lo hayas planteado. O puede que pienses que lo que haga una sola persona no afecta al medio ambiente. Sin embargo, cada pequeño gesto cuenta. Y lo que tú hagas puede suponer un cambio en la conservación del planeta, en frenar la sequía y la desertificación y en que tú y tus hijos, si los tienes o los vas a tener, puedan disfrutar de un mundo verde y sano.
Hoy, 17 de junio, que se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, te proponemos mirar a tu alrededor y cambiar algunas costumbres por otras que, poco a poco, puedan contribuir a frenar el cambio climático. Por ejemplo, ¿qué puedes hacer hoy mismo? Gastar menos agua o, incluso, reutilizar el agua de lluvia. Si vas a hacer la compra, no olvidarte de las bolsas de telas. Cuando estés en el súper, optar por los productos a granel y reducir el plástico. En definitiva, como nos recuerda Antonio Espinosa de los Monteros, CEO y cofundador de AUARA, que facilita el acceso a agua potable a países que carecen de ella, hay sencillos gestos que, integrados como rutinas en nuestro día a día, pueden conseguir grandes cosas.
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