Medio ambiente

Paulina Villalonga compartirá con los lectores de HOLA.com sus ideas sobre cómo ser más sostenibles

La hija mayor de Adriana Abascal y Juan Villalonga es una firme defensora de la lucha contra el cambio climático y está decidida a servir de inspiración y aportar su granito de arena con consejos que ayuden a la gente a ser más sostenibles en su vida diaria

Por hola.com

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Nacida en Miami, mitad mexicana, mitad española, a sus 19 años, la hija mayor de Adriana Abascal es una firme convencida de la lucha contra el cambio climático. Pertenece a esa nueva generación de jóvenes que se han embarcado en un movimiento global para demandar a los gobiernos del mundo acciones concretas para proteger el planeta, conscientes de que el tiempo se acaba y de que hay que poner todos los medios posibles para paliar los efectos negativos que está ocasionando el aumento de la temperatura en la Tierra como consecuencia de la contaminación y la sobreexplotación de los recursos naturales.

Su compromiso con la protección del medio ambiente la llevó a viajar a la Antártida, de la mano del aventurero Robert Swan, el primer hombre que logró cruzar ambos polos, donde conoció de primera mano las consecuencias del cambio climático. Una experiencia que la marcó y que la ha animado a embarcarse en otra nueva aventura medioambiental para la que se está preparando a conciencia: una expedición al Polo Sur, también de la mano de aventurero inglés, que se ha convertido en una especie de mentor para ella y para muchos jóvenes concienciados con la protección del medio ambiente.

Sin embargo, Paulina Villalonga tiene muy claro que hay que pasar a la acción y trasladar la teoría de esa lucha contra el cambio climático a la realidad del día a día, por eso ha decidido colaborar con HOLA.com para aportar su granito de arena con consejos que ayuden a la gente a ser más sostenibles en su vida diaria. Actualmente, se encuentra en la Universidad de California en Berkeley cursando estudios de Ciencias Cognitivas y Ciencias de la Tierra, pero hemos charlado con ella para que nos cuente un poco más sobre su experiencia y sus objetivos medioambientales.

¿Quiénes han sido tus referentes para adoptar tu conciencia medioambiental?

Desde que me acuerdo la naturaleza me ha fascinado. Estar afuera siempre ha sido lo mío. Pero mi gran dedicación al medio ambiente comenzó en mi clase de Geografía, hace tres años, cuando empezamos a aprender sobre el cambio climático. Me acuerdo que antes de empezar yo pensé que iba a ser ¡la asignatura más aburrida! Para estudiar, mis amigas y yo veíamos documentales sobre la naturaleza y el cambio climático. Recuerdo que me sentí súper impactada, no solo por los paisajes hermosos y la compleja belleza de la vida, sino también por las terribles cosas que estaban sucediendo en estos maravillosos ecosistemas. Siempre supe que era un problema, pero nunca me di cuenta de lo grave que era. Recuerdo que cada vez que veía una película me inspiraba y durante las siguientes semanas me proponía se súper ecológica. Pero no fue hasta que viajé a la Antártida cuando vi todo ante mis ojos. Hablé con expertos y algo cambió en mí para siempre. No era tanto lo que vi en la Antártida, sino la gente que conocí lo que verdaderamente me impactó. Aún hablo con muchos de ellos y les agradezco haberme cambiado tanto la vida.

¿Qué edad tenías cuando decidiste convertirte en una 'guerrera del hielo'?

Mi primera expedición a la Antártida fue cuando tenía diecisiete años. Cuando regresé me sentí un poco perdida. Quería hacer un cambio, pero no sabía cómo. No fue hasta hace poco que decidí convertirme en la ‘guerrera de hielo’.

¿Cuál fue tu primera impresión cuando pisaste la Antártida?

Cuando pisé la Antártida por primera vez, superó cualquiera de mis mejores sueños. Era diferente a cualquier cosa que pudiera imaginar. Ninguna imagen captura realmente la esencia de la Antártida. Tiene un brillo especial, una luz especial que las fotografías no pueden atrapar. El primer momento en que pisé el continente blanco sigue siendo uno de los mejores momentos que he tenido en mi vida. Tenía la impresión de haber dejado todo atrás, de haberme ido de este mundo y haber aterrizado en un nuevo mundo mágico.

¿Qué pequeñas acciones haces en tu día a día para luchar contra el cambio climático?

En primer lugar, creo que es realmente importante tomar decisiones inteligentes al comer. La dieta vegana es, de lejos, la más ecológica, pero es muy difícil. He estado tratando de ser vegana por un tiempo, pero no tengo la mejor disciplina. Ya soy intolerante a la lactosa, así que no tengo que preocuparme por eso. Con lo que realmente lucho es con dejar de tomar huevos y pescado. Si la carne es algo culturalmente importante para ti o, simplemente, no te ves dejándola de comer al corto plazo, sugiero que reduzcas tu consumo. Subestimamos lo malo que es la explotación ganadera para el planeta. También hay muchos estudios que prueban que la carne roja es cancerosa.

Intento no comprar plástico. ¡Es realmente difícil, especialmente en el supermercado cuando quiero comprar fruta! Pero para mi casa he comprado unas fundas de cera en Amazon que me sirven para preservar comida y reemplazan las láminas de plástico. Tengo una botella de agua de metal y la llevo conmigo a todas partes. También me aseguro de reciclar. Esa parte es realmente fácil, siempre y cuando sepas cómo hacerlo de manera correcta. Recomiendo investigar un poco sobre cómo reciclar adecuadamente.

Intento ser siempre consciente de cómo mis acciones están impactando el planeta. Como vivo en California y mis padres viven en Europa, viajo mucho. Por lo tanto, siento una gran responsabilidad para compensar mi huella de carbono. Hay muchas páginas web que te ofrcen la oportunidad de equilibrar tu huella de carbono, por ejemplo, contribuyendo con la plantación de árboles.

Te declaras vegetariana, ¿crees que resulta fácil adoptar esta dieta en un mundo como el nuestro? ¿Te ha costado mucho?

Nunca como pollo, ternera o cerdo, pero a veces como pescado. Fui a Japón durante el verano y me dije que después de pasar una semana comiendo sushi cuando volviera a casa me iba a volver vegetariana para siempre. ¡Pero sucedió lo contrario! A mi regreso, todo lo que ansiaba era comer sushi.

Leer: ¿Cómo hacer el cambio de una dieta omnívora a una vegana?

Desde que me mudé a California, las cosas son más sencillas. Aquí es muy fácil ser vegetariana. Tengo mucha suerte porque todas las tiendas y restaurantes te dan esa opción. Mi comida favorita aquí es la “beyond burger". Es una hamburguesa vegana súper deliciosa. Creo que lo importante es no comer carne todos los días. Pero comerla de vez en cuando es entendible. Es realmente difícil renunciar a ella porque la carne está muy arraigada en nuestra cultura. Creo que necesitamos separarnos de nuestras formas de vida y pensar en el futuro del planeta.

¿Qué les dirías a los jóvenes qué como tú han iniciado esta guerra medioambiental para intentar salvar el planeta?

Quiero que mi generación comience a tomar medidas verdaderas. Todos deberíamos estar trabajando juntos, formando grupos para limpiar la basura, plantar árboles y crear nuevas tecnologías que ayuden a aliviar el problema. Deberíamos pensar en mejores formas de reciclar dentro de nuestras propias comunidades. Deberíamos invertir nuestro tiempo y dinero en la creación de plataformas donde todos podamos trabajar colectivamente. No solo creo que deberíamos estar trabajando para encontrar formas de detener el cambio climático, sino que también debemos encontrar formas de adaptarnos al cambio que ya se ha realizado.

¿Y qué opinas de este movimiento global liderado por Greta Thunberg para frenar el cambio climático?

Creo que es realmente importante que los jóvenes tengan modelos que estén involucrados en este tema. Le doy crédito a Greta Thunberg por crear conciencia, pero creo que no siempre se hace de la mejor manera posible. A menudo hablamos sobre el problema, pero nunca sobre la solución. Creo que lo que Greta Thunberg está haciendo es genial, pero he sido testigo de una gran hipocresía en torno al tema. Muchos de sus seguidores se unirán a una protesta, pero minutos después se olvidarán y continuarán sus vidas como antes contaminando más que nunca. Conozco a muchas personas que participaron en la huelga de ‘Climate Change’ organizada por Thunberg y ninguna de estas personas ha hecho nada para beneficiar al medio ambiente ni antes ni después. La gente parece pensar que una protesta revertirá el cambio climático. Necesitamos un objetivo más concreto y necesitamos una acción real. Pero sigo pensando que ella es genial y una verdadera inspiración.

¿Tras esta expedición al Polo Sur, para la que te estás preparando, te gustaría plantearte otra expedición a otro lugar de la Tierra? (Amazonas, Alaska…)

Si pudiera, iría a expediciones a todos los países del mundo. Me apasiona mucho viajar y tengo muchas ganas de ver todas las maravillas que este mundo atesora. Pero creo que, después de mi expedición al Polo Sur, me voy a calmar y voy a abordar el problema del cambio climático desde una perspectiva local. Me gustaría participar en la tramitación de leyes ambientales, ayudar a concienciar dentro de mi comunidad local y agrupar personas para ir a plantar árboles. Como nota más emocionante, estoy ahorrando para ir de mochilera por el sudeste asiático en algún momento en el futuro.

¿Crees que aún estamos a tiempo de salvar nuestro planeta?

Para ser honesta, hay momentos en que realmente pierdo toda esperanza. Vivo en los Estados Unidos, donde sí, es muy fácil ser vegana, pero donde todo es consumismo. Hay plástico por todas partes. Las personas tienen la información, pero parece que no les importa. Conozco personas que ni siquiera harán el menor esfuerzo en no escupir su chicle al suelo. Los niveles de carbono están aumentando, la población está aumentando y parece que no nos importa.

Pero debemos tener esperanza. A veces la pierdo, pero siempre termino encontrándola de nuevo. ¿Qué tipo de personas seríamos si al menos no intentáramos salvar el planeta? Creo que hay esperanza, pero debemos actuar ahora. Vivimos en un mundo tan ‘sobredramatizado’ que cuando sucede algo realmente importante, el público ya ni siquiera parpadea. Es tiempo de actuar. Tengo esperanza y haré lo que mejor pueda. Pero tenemos que actuar ahora.