Alimentos que puedes incluir en tu bañera

Puede que en tu despensa o nevera tengas productos que no solo estén esperando a ser ingeridos, sino que podrían beneficiarte mucho si los incorporas al agua de tu baño.

Por Cristina Soria

Varias cosas sabemos de Cleopatra, incluso que ya en el año 40 a. C. se bañaba con leche de burra. Leyenda o parte de la historia, lo cierto es que ese detalle pervive y alimenta nuestra curiosidad. Ahora sabemos, ya constatado por la ciencia, que la leche hidrata la piel, es buena para los poros, es limpiadora y además calmante. Las bañeras actuales tienen una capacidad aproximada de 200 litros, y probablemente eso sea lo primero que pensamos cuando recordamos que Cleopatra se bañaba en leche de burra: el desperdicio y lo oneroso de su excentricidad. 

Vamos a recomendarte que te bañes con algunos alimentos que echas al carro de la compra todos los días, nada excéntrico ni desorbitado. Y no es necesario que tires la casa por la ventana comprando 200 litros, sino que bastará con introducir en el agua una cantidad razonable para que tu piel se beneficie de sus propiedades y que notes una relajación muy placentera.

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Leche

Cleopatra tenía razón. Le leche aporta triptófano, un aminoácido esencial que está relacionado con la producción de melatonina y serotonina, y que por tanto favorece el sueño regulando el ciclo de vigilia. Añadiendo al agua de tu baño cuatro o cinco vasos de leche (litro y medio, aproximadamente) tendrás la cantidad suficiente para percibir cómo este alimento beneficia a tu piel, lo hidrata y revitaliza.

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Es preferible que la leche que utilices sea grasa, es decir, que no esté desnatada y que salvo la pasteurización no haya pasado por más procesos químicos que la refinen y le eliminen nutrientes. Al ser grasa, estamos favoreciendo que nuestra dermis reciba su efecto calmante.

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Jengibre

Si no estás utilizando esta planta para hacer infusiones debes saber que tanto bebida como bañándote con ella puedes beneficiarte de sus propiedades. Ya en la antigua India se decía que esta planta poseía todas las bondades del planeta, porque se consideró desde épocas antiguas como un remedio medicinal para muchas dolencias. Ahora sabemos que el jengibre alivia problemas intestinales, es antiséptico, antiinflamatorio y combate enfermedades respiratorias y la artrosis.

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Realiza una infusión de jengibre utilizando una pieza mediana e incorpórala al agua de tu bañera y estarás aprovechando los beneficios antioxidantes de su alto contenido en ácido ascórbico y mejorando tus defensas. El jengibre posee aminoácidos cicatrizantes como la lucina y la valina, y estimulantes del sistema inmunológico, como la arginina. 

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Verduras de hoja verde

Aquellos vegetales que son ricos en clorofila podrán beneficiar a tu piel ayudándote a desintoxicarla de una forma natural y sin ningún producto químico. Verduras como las acelgas, alcachofas, canónigos, berros, espárragos o espinacas podrán favorecer tu rejuvenecimiento celular porque son antioxidantes y antiinflamatorias.

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Para hacerlo, elige las verduras que prefieras, piensa en cuáles pueden aportar a tu baño un olor con el que te sientas más a gusto, las que evoquen en ti una sensación de placer y frescura. Realiza una infusión con ellas manteniéndolas en agua hirviendo durante 30 minutos, e incorpóralas al agua de tu baño.

Harina de avena coloidal

La avena ha sido desde épocas muy antiguas un ingrediente indispensable para sanar la piel. Recientemente se está comercializando un tipo de avena que ha sido refinada especialmente para su uso tópico, aprovechando así los beneficios que puede tener para tu dermis.

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Este tipo de avena, coloidal, no es apta para el uso alimentario, no es comestible y al ser muy fina permite ser disuelta en agua con gran facilidad, por lo que es perfecta para producir lociones, cremas o para incorporarse a un baño terapéutico.

La avena coloidal alivia la inflamación y el picor porque inhibe la prostaglandina, que es la sustancia que genera nuestro organismo para incidir sobre la sensación de picor, y al ir en contra de este proceso, favorece la vasodilatación, sirviendo de antiinflamatorio. También mantiene la piel hidratada gracias a sus polisacáridos, que forman una película protectora sobre la piel y la mantienen hidratada más tiempo, aún después del baño, aportándole a la vez numerosos nutrientes.

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