Cuando una gratinado es bueno, ni siquiera hacer falta saborearlo para que las papilas gustativas empiecen a funcionar. La deliciosa corteza crujiente que se forma suele presentar un aspecto visual de lo más apetecible (además de tener una función puramente práctica como es la de ‘aislar’ en interior de la receta manteniendo toda su jugosidad). Para ello, se aplica calor en la parte superior de la preparación, cubierta normalmente con queso, aunque también puede ser pan rallado, bechamel, puré de patatas…
Su nombre procede el término francés gratter (rascar, arañar, en alusión al gesto que se hace con el queso al rallarlo) y para su puesta en práctica el horno es nuestro gran aliado (también los microondas tienen una función grill que nos permite resultados dignos, pero es el horno el electrodoméstico más idóneo para conseguir recetas al gratén perfectas).
Uno de los platos más populares en este terreno, hablando precisamente de Francia, son las patatas Gratin Dauphinois. Pero la variedad de platos que podemos hacer con esta técnica es muy amplia (pastas, verduras, carnes, pescados, huevos…). Un poco más abajo os daremos un buen puñado de ejemplos, pero antes repasamos algunos tips básicos genéricos relacionados con este tipo de cocinado:
CONSEJOS PRÁCTICOS QUE NO DEBES PERDER DE VISTA
- Utiliza queso rallado por encima del plato que quieras gratinar. No todos los quesos gratinan o funden igual: por sus características, la mozzarella y el queso emmental son los más aconsejables para gratinar. El queso Gruyère también si se ralla de forma uniforme por toda la superficie y cómo no, el queso cheddar, que habitualmente encontramos en las hamburguesas funde muy bien.
- Para gratinar platos con bechamel de cobertura y que quede perfecta lo mejor es añadir un poco de queso rallado para que funda y adquiera un color dorado sin que se queme.
- Espolvorea queso entre las capas de tu plato o puedes echarle un poco de nata para cocinar o incluso bechamel y quedará extra cremoso.
- Sirve caliente. Te recomendamos que para disfrutar de un excelente gratinado, es importante servirlo nada más terminar de cocinar, así disfrutarás mucho más de la textura y la explosión de sabores del plato que hayas preparado.
- Si vas a recalentar un plato de nuevo y gratinarlo, colócalo en el horno a temperatura media, cubierto de papel de aluminio durante diez o quince minutos para que se vaya calentando el interior sin quemarse la zona gratinada y, después, ve aumentando la temperatura y gratina entre 4 y 5 minutos.
- Además de usar fuentes grandes con las que se consiguen gratinados más homogéneos, puedes optar también por moldes individuales para tus gratinados ya que resultan muy atractivos visualmente.
ALGUNAS RECETAS AL GRATÉN
Vamos ahora a colgarnos el delantal para cocinar algunas recetas donde la técnica del gratén es la protagonista. Para acceder al modo de elaboración de cada receta, tan sencillo como clicar sobre los botones de Leer más.
























