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‘Gratin dauphinois’: las patatas gratinadas francesas que te volarán la cabeza

Os mostramos el paso a paso para preparar este clásico del recetario galo, tan sabroso con sencillo y versátil

Una fuente de loza sobre la que se van disponiendo rodajas de patatas que se sazonan, se cubren por encima con leche o nata (o una mezcla de ambas) y se cocinan al horno. Hablamos de la receta conocida como Gratin dauphinois, uno de los platos más populares de Francia, entre cuyos ingredientes solemos encontrar también ajo y nuez moscada. Lo que no encontramos, al menos en la receta más auténtica (originaria de Delfinado, antigua provincia del sureste francés) es huevo o queso -alimentos estos últimos que sí suelen estar presentes en otras muchas recetas de patatas gratinadas-.

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Como ocurre con todo plato popular y lleno de tradición, suele haber variantes en función de quién lo prepare: hay quien suma a la leche hierbas aromáticas como tomillo o laurel para dar sabor; quién prefiere precocer primero las patatas antes de disponerlas en la bandeja de horno; quien suma el ajo picado y quien lo dispone entero para dar sabor a la leche…

Lo que sí parece importante en esta receta es la variedad de patata: debe ser de carne amarilla y firme, mejor grande y de forma algo alargada para que las rodajas nos salgan de un tamaño similar, y que tenga buen porcentaje de almidón (encargado de 'ligar' los ingredientes del plato). Serían buenas variedades, por ejempo, la Monalisa, la Charlotte; la Kennebec, la Spunta… 

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PASO A PASO: GRATIN DAUPHINOIS

A continuación, os mostramos nuestra versión para preparar esta deliciosa receta francesa que puede funcionar como entrante; como plato principal, acompañada de una ensalada; o como guarnición de platos de carne o pescado. Tú eliges.

Ingredientes:

- 1.200 g de patatas
- 40 cl de leche entera
- 40 cl de nata líquida
- 2 dientes ajo
- Sal gruesa
- Pimienta
- Nuez moscada
- Ramas de tomillo (opcional)
- 20 g de mantequilla

Elaboración:

- Precalentar el horno a 200ºC:

- En un cazo poner calentar la leche con la nata. Sumar un ajo y si se quieres unas ramas de tomillo (también hay quien suma, en lugar de tomilllo, un par de hojitas de laurel). Cuando llegue a punto de ebullición bajar el fuego y dejar infusionar.

- Mientras, lavar muy bien las patatas. Pelarlas (y ya no secarlas para que no pierdan almidón) y cortarlas en rodajas de 2 o 3 mm de grosor. Es importantes que las rodajas sean similares de tamaño.

- En una fuente (de paredes altas) de horno, parte por la mitad el otro ajo y frota con él el fondo de la fuente. A continuación, engrasa la fuente con la mantequilla.

- Disponer, poco a poco, en la fuente las rodajas de patata, ir sazonando con sal, pimienta y un poquito de nuez moscada a medida que vayas sumando ‘capas’ de patata.

- Una vez dispuestas todas las patatas verter por encima la mezcla de leche y nata (cuidando que no caiga el ajo ni las hierbas aromáticas). Si lo prefieres, puedes colar previamente.

- Hornear durante una hora. Se puede añadir unos dados de mantequilla en la superficie antes de hornear. O, si lo prefieretes, un poco de queso rallado , aunque como decíamos la Gratin dauphinois auténtica no lleva ni queso ni huevos.

- Una vez fuera del horno, puedes decorar con un poco de perejil o tomillo (para saber si el gratin está hecho se debe introducir sin dificultad la punta de un cuchillo).

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