La chistorra es de origen vasco- navarro y aragonés, y se trata de un embutido que suele ser curado durante poco tiempo y por eso es blandito y necesita que se cocine. Es muy graso y no conviene abusar de él, pero de vez en cuando, podemos tomarlo con moderación. Nos gusta el toque que le aporta a una tortilla de patata, eso sí, en este caso, con parte de su aceite escurrido. No le vamos a poner cebolla, así que felicidades si eres de la liga anticebolla en la tortilla, ¡pero a nosotros nos encanta!
-
1.
Pela las patatas y corta como para tortilla.
-
2.
Pon una sartén al fuego, echa aceite y cuando esté caliente, cocina las patatas durante unos minutos.
-
3.
Añade un poco de sal.
-
4.
Escurre las patatas sobre un bol y bate los huevos en otro.
-
5.
Mezcla las patatas con los huevos y mientras corta la chistorra en trocitos y cocínala con 2 gotas de aceite.
-
6.
Escurre muy bien la chistorra y seca un poco con papel de cocina para añadirla a la mezcla de patata y huevo.
-
7.
Aprovecha para poner un poco de aceite en la sartén donde has hecho la patata, para añadir un poco de su propio aceite.
-
8.
Echa con cuidado la mezcla de huevo, patata y chistorra y cuaja por ambos lados pero cuidando que no quede muy seca en el interior.
Más recetas de
CARNES:
Últimas recetas: