Si quieres refrescarte y disfrutar de un sabor único con toques ácidos y dulces, esta sopa te va a enloquecer. Es una mezcla de tomate y sandía, condimentada con aceite, sal y vinagre de Jerez, que servimos con un helado casero de queso cremoso con muy poca azúcar. Está llena de vitaminas y minerales y te ayudará a hidratarte.
Para la sopa
- 400 g de Sandía
- 2 ud de Tomates muy maduros
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre de Jerez
- Sal
Para el helado
- 200 g de Queso crema
- 0.5 vaso de Leche
- 3 cs de Azúcar blanca
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1.
Calienta en un cazo al fuego el queso cremoso con la leche y el azúcar hasta que se disuelva.
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2.
Tritura, deja enfriar y echa el resultado en un recipiente apto para congelar.
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3.
Introduce en el congelador durante unas 5 horas removiendo de vez en cuando para que no se formen cristales.
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4.
Haz una cruz en la parte inferior de los tomates y mételos en agua hirviendo 30 minutos.
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5.
Quita el rabito, pélalos, trocea y mete en el robot o en la batidora.
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6.
Añade la sandía sin cáscara y sin pepitas, aceite de oliva virgen extra, vinagre de Jerez y sal y 2-3 cubitos de hielo.
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7.
Tritura bien, sirve en platos, en copas o en vasos y acompaña con dos bolitas de helado de queso.
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