Este plato está pensado tanto para tomar a modo de entrante, como para servir de guarnición con cualquier pescado, carne o ave. Es una mezcla de verduras y legumbres con granada, que ponemos templada. Lo más importante es darle a cada uno de sus ingredientes su respectiva cocción con el fin de que queden en su punto y no se pasen o se queden demasiado crudos. Por lo demás, verás que la elaboración es muy sencilla. Aderezamos con una salsa pesto aligerada con un poco de aceite y un toque de menta fresca.
- 250 g de Judías verdes
- 200 g de Guisantes
- 200 g de Espárragos trigueros
- 1 unidad de Calabacín
- 1 unidad de Granada
- Salsa pesto
- Aceite de oliva virgen extra
- Menta
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1.
Pon 3 ollas con agua y sal en el fuego y espera a que hiervan.
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2.
Quita la parte de atrás de los espárragos trigueros.
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3.
Añade los guisantes en una de las ollas y deja hervir 4 minutos, sin son pequeños, y 6 si son de tamaño más grande.
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4.
Incorpora las judías verdes en otra de las ollas y deja cocer unos 8-10 minutos.
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5.
Echa los espárragos trigueros en la tercera olla y espera a que hiervan unos 8 minutos.
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6.
Pela la granada y extrae sus granos.
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7.
Tritura la salsa pesto con un poco de aceite y unas hojas de menta fresca.
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8.
Lava, seca y con un pelador corta el calabacín en tiras a lo largo. Cocínalas ligeramente con un pelín de aceite y sal en una sartén.
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9.
Mezcla los guisantes, las judías, los espárragos y las tiras de calabacín y añade la granada.
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10.
Agrega la salsa de pesto con menta y ya tienes el plato listo para disfrutar.
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