La 'galette' es una especie de tarta rústica de masa crujiente, de origen bretón, que se puede hacer en dulce y en salado. A nosotros nos encanta recién hecha, ligeramente templada, pero fría también resulta deliciosa. Son famosas las que se rellenan de fruta. Nosotros optamos por hacerlo con mango, mascarpone y frutos secos picados.
- 180 g de Harina
- 100 g de Mantequilla fría
- 2 cs de Azúcar blanca
- 1 pizca de Sal
- 3 cs de Agua
- 1 unidad de Mango
- 5 cs de Queso mascarpone
- 2 cc de Miel
- 1 puñado de Nueces picadas
- 1 puñado de Almendra laminada
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1.
Echa en un cuenco la harina, el azúcar y la sal, mezcla y a continuación corta la mantequilla fría en dados e incorpórala.
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2.
Mezcla con las yemas de los dedos como cuando haces la masa quebrada, no hay que amasar mucho.
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3.
Agrega el agua para que sea más uniforme, tapa con film y deja que repose en la nevera 1 hora como mínimo
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4.
Sacala masa del frigorífico y colócala entre dos hojas de papel vegetal (o teflón, silpat, film transparente…), estira con el rodillo dándole forma redonda y fina o de corazón.
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5.
Precalienta el horno a 200ºC.
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6.
Pon papel en una bandeja de horno y coloca encima la masa.
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7.
Pela el mango y corta en láminas y mezcla el mascarpone con la miel.
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8.
Extiende el mascarpone por encima de la masa y luego coloca encima la fruta.
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9.
Dobla la masa hacia dentro de forma que tape un poco el relleno por los bordes.
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10.
Introduce la galette en el horno precalentado a 200º C con calor arriba y abajo y hornea durante 25 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente.
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11.
Saca con cuidado del horno y espolvorea la 'galette' con las nueces y las almendras picadas.
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