Esas pastas, que también se hacen con forma redonda, son típicas de la sierra de Cádiz y se toman sobre todo en Semana Santa. Se aromatizan con anís y sésamo y se decoran con almendras.
- 500 g de Harina de repostería
- 175 g de Aceite de oliva
- 2 l de Agua
- 25 g de Levadura fresca
- 100 g de Azúcar blanca
- 1 cucharadita de Semillas de anís (matalauva)
- 1 cucharadita de Semillas de sésamo blanco
- 1 cucharadita de Sal
- Almendra laminada para decorar
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1.
Tostamos el sésamo y el anís verde a baja temperatura; buscando que se doren, pero evitando así que se quemen. Retiramos y dejamos que se enfríen.
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2.
Precalentamos el horno a 175 °C.
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3.
Diluimos la levadura fresca junto con 50 g de azúcar en agua. Añadimos el aceite de oliva con las semillas anteriores y mezclamos bien. A continuación, incorporamos la harina y amasamos.
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4.
Cuando la masa quede elástica, suave y no se nos pegue, la vamos dividiendo en pequeños trozos para dar forma a nuestros bollos (redondos o en forma de arco).
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5.
Humedecemos los otros 50 g de azúcar y pintamos cada bollo. Espolvoreamos también las almendras fileteadas.
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6.
Forramos una bandeja de horno con papel vegetal y colocamos todos los bollos, dejando separación entre ellos, pues tenderán a crecer. Es más, dejamos que lo hagan cubriendo la bandeja con un paño o papel film. Veremos que, al cabo de un rato, han doblado de su tamaño.
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7.
En ese momento, introducimos la bandeja en el horno y no la sacamos hasta que veamos que los bollos se han dorado suavemente, unos 15 ó 20 minutos.
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