Una sopa fría inspirada en el tradicional gazpacho, pero a la que dotamos de un sabroso toque dulce gracias al uso de fresas. Las hojitas de albahaca aportarán también un toque muy aromático. Sírvela bien fría... ¡y a disfrutar!
- 500 g de Fresas
- 400 g de Tomates
- 0.5 Cebolla morada
- 0.5 Pimiento rojo
- 0.5 Pepino
- 2 rebanadas de Pan del día anterior
- 80 ml de Aceite de oliva virgen extra
- 2 cs de Vinagre de Jerez
- Sal
- Pimienta
- Albahaca unas hojitas (para decorar)
- Nata líquida (para decorar)
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1.
Poner el pan a remojo durante 15 minutos en agua fría.
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2.
Retirar el tallo y las semillas al pimiento y trocearlo.
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3.
Lavar los tomates y trocearlos.
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4.
Pelar la cebolla trocearla.
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5.
Pelar el pepino y trocearlo.
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6.
Lavar las fresas, retirarles los tallos, trocearlas. Reservar algunas fresas para la decoración final.
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7.
Poner las fresas en el vaso de la batidora junto con loas tomates, el pimiento, la cebolla y el pepino, el pan remojado, el aceite, el vinagre, una pizca de sal y de pimienta recién molida.
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8.
Triturar hasta que quede bien fino y pasarlo luego por el chino. Si fuera necesario añadir más agua, probar de sazón y reservarlo en el frigorífico hasta el momento de servir.
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1.
Repartir la sopa bien fría en cuencos y servirla, decorando con unas fresas laminas, unas hojitas de albahaca, y un poquito de nata líquida.
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