La pizza 'bianca' o pizza blanca es tradicionalmente romana y su característica es que no lleva salsa de tomate, lo cual, la convierte en una pizza blanca en su base debido al color de la masa y el queso. Por su versatilidad, podemos añadir multitud de ingredientes, en Roma se suele comer con higos. En esta ocasión la vamos a hacer con espinacas y una salsa pesto para darle carácter. Lo ideal es hacer la masa en casa, aunque también podemos utilizar una masa ya hecha.
Para la masa
- 2 tz de Harina
- 1 taza de Agua caliente
- 2 cc de Levadura
- 1 cucharadita de Sal
- 3 cs de Aceite de oliva virgen extra
- Harina extra para amasar
Para la pizza
- 2 tz de Queso mozzarella rallado
- 200 g de Espinacas frescas
- 50 g de Albahaca fresca
- 1 taza de Aceite de oliva virgen extra (pequeña)
- 1 puñado de Piñones
- 1 taza de Queso parmesano rallado
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1.
Incorporar en un recipiente la harina, la levadura y la sal y remover bien con las manos.
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2.
Añadir el agua y el aceite poco a poco y amasar durante 15 minutos.
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3.
Dejar reposar fuera de la nevera en un recipiente durante 30 minutos y tapar con un trapo de cocina o papel film.
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4.
En una batidora, moler los piñones y las hojas de albahaca. Añadir el aceite y la taza de parmesano, y moler hasta obtener una pasta fluida.
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5.
Mezclar en un recipiente las hojas de espinacas y la salsa pesto. Reservar.
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6.
Encender el horno en posición arriba y abajo a 230 grados.
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7.
Dividir la masa en dos partes, y en una superficie lisa espolvoreada con harina, comenzar a extender con un rodillo hasta formar la base de una pizza.
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8.
En cada base de masa, añadir una taza de mozzarella bien repartida y las hojas de espinacas con la salsa pesto.
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9.
Hornear durante 20 minutos aproximadamente o al gusto que uno quiera.
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1.
Presentar la pizza cortada en porciones en una tabla de madera o incluso encima del mismo papel que hemos utilizado para hornear.
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