Estamos acostumbrados a tomar tortitas dulces, al más puro estilo norteamericano, pero ¿por qué no hacerlas en su versión salada? La base es parecida: huevos y harina, y tienen la ventaja de que admiten todo tipo de ingredientes. Optamos esta vez por calabacín y zanahoria.
- 2 ud de Calabacín
- 2 ud de Zanahoria
- 1 ud de Cebolletas
- 3 ud de Huevos
- 75 g de Harina de trigo
- 2 cc de Levadura en polvo
- 25 g de Queso parmesano rallado
- Romero
- Sal
- Aceite de oliva virgen
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1.
Lava y seca los calabacines y las zanahorias.
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2.
Los primeros rállalos con la parte más gorda del rallador y las segundas con la parte más fina.
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3.
Mézclalos en un bol con un poco de sal para que pierdan parte de su agua y escúrrelos bien.
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4.
En un bol mezcla la harina con la levadura y los huevos.
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5.
Añade el queso rallado, las verduras y unas hojitas de romero.
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6.
Tapa la mezcla y déjala reposar media hora en la nevera.
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7.
Cocina las tortitas echando porciones de masa en una sartén con aceite y dando la vuelta cuando estén doradas.
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8.
Si eres muy perfeccionista, te puedes ayudar con un aro de metal para que te salgan perfectas.
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9.
Sácalas sobre papel de cocina para quitar el exceso de grasa.
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10.
Las puedes servir con una salsa de yogur y menta fresca.
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