Los polos es una de las mejores maneras de refrescarse cuando aprieta el calor. Al estar hechos de fruta congelada, agua y azúcar, hace que sean bastante ligeros y perfectos para hidratarse. Sólo necesitarás tener unos moldes específicos para darle su clásica forma, y sus característicos palitos de madera, que en este caso hemos sustituido por unas brochetas que teníamos más a mano. Las frutas que hemos elegido son lima y limón, pero puedes optar por las que más te gusten.
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1.
Calienta en un cazo 200 ml de agua con el azúcar hasta que hierva.
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2.
Cocina a fuego bajo 5 minutos.
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3.
Retira del fuego y deja que se enfríe.
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4.
Exprime los limones y la lima, cuela el zumo resultante y mézclalo con el almíbar.
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5.
Rellena con este preparado una cubitera de silicona -o los clásicos moldes para polos- y métela 20 minutos en el congelador.
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6.
Saca del congelador, coloca un palillo de brocheta en cada uno de los cubitos y vuelve a meter la cubitera al congelador al menos 4 horas.
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7.
Una vez que estén listos, deja atemperar ligeramente fuera del congelador para poder con facilidad los polos de ella.
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