Habitualmente comemos las espinacas cocidas o salteadas y rehogadas, pero crudas son deliciosas y tienen mucha más vitamina C que cocinadas. Son ideales para incluir en ensaladas, previamente lavadas y secas. En la siguiente receta vamos a acompañarlas de varios vegetales como setas, apio, zanahoria, cebolla, nueces y queso parmesano. Puedes tomarla templada o fría.
- 300 g de Setas de temporada
- 300 g de Espinacas frescas o congeladas
- 250 g de Apio
- 250 g de Zanahoria
- 50 g de Cebolla tiernas
- 1 ud de Dientes de ajo
- 25 g de Nueces
- 1 vasos de Vino blanco
- 2 cs de Aceite de oliva
- Perejil fresco
- Sal
- Queso parmesano rallado (opcional)
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1.
Si las espinacas son congeladas, descongélalas en una cazuela con un poco de agua con una pizca de sal y un chorrito de aceite.
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2.
Sácalas y deja escurrir muy bien.
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3.
Pela y pica las cebollas y las zanahorias y sofríelas en una sartén con un poco de aceite, a fuego vivo, 5 minutos, hasta que la cebolla empiece a dorarse.
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4.
Lava y corta las setas en láminas finas y el apio en daditos, incorpóralos a la sartén con el ajo y el perejil picados finos.
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5.
Salpimenta y rehoga 5-10 minutos más. añadir las nueces picadas y el vino, tapar y rehogar lento 10 min más, removiendo de vez en cuando hasta que el líquido se evapore.
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6.
Añade las nueces picadas y el vino, tapa y rehoga a fuego lento 10 minutos más, removiendo de vez en cuando hasta que el líquido se evapore.
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1.
Forma un lecho con las espinacas en la base del plato y coloca encima la preparación de setas.
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2.
Espolvorea el queso parmesano.
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