La textura crujiente de los pistachos y del merengue horneado se unen a la jugosidad y al particular sabor de los frutos rojos en este delicioso postre. Sorprende con él a tu pareja y a los tuyos con este corazón blanco. Si no encuentras frutos rojos frescos, puedes utilizar los congelados sin problema, ¡anímate a prepararlo, no te arrepentirás!
- 50 g de Frambuesas
- 40 g de Fresas salvajes
- 40 g de Grosellas rojas
- 40 g de Grosellas negras
- 40 g de Fresas
- 40 g de Pistachos verdes
- Azúcar blanca para espolvorear
- Chocolate onzas para decorar
Para los palitos de merengue
- 3 ud de Claras de huevo
- 250 g de Azúcar blanca
PARA LOS PALITOS DE MERENGUE
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1.
En una cazuela echamos las 3 claras de huevo sin batir y añadimos el azúcar.
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2.
Calentamos a fuego bajo sin sobrepasar los 50ºC removiendo sin cesar con una cuchara de madera.
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3.
Retiramos del fuego, volcamos la mezcla en el vaso de la batidora y batimos durante 8 minutos.
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4.
Precalentamos el horno a 70ºC.
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5.
Rellenamos una manga pastelera con el batido de merengue y extendemos sobre una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado bastoncitos de 5 cm de largo por 1 cm de ancho.
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6.
Los horneamos a 70ºC entre 30 y 40 minutos, hasta que estén bien secos.
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7.
Sacamos del horno y dejamos que se enfríen del todo.
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8.
Lavamos todas las frutas y las secamos bien.
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9.
Cortamos por la mitad las fresas si son grandes.
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1.
Disponemos los palitos de merengue unos encima de otros haciendo la forma de corazón.
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2.
Vamos distribuyendo encima las frutas y los pistachos. Espolvoreamos con azúcar glas y decoramos con una onza de chocolate.
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