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Brad Pitt continúa su batalla legal con Angelina Jolie, que dura ya más de cinco años. Al margen de la custodia de sus seis hijos, uno de los motivos de su intrincada disputa vuelve a ser la fabulosa residencia en la Provenza francesa, donde la expareja adquirió unos viñedos y una finca valorada en 140 millones de euros y se casaron en agosto de 2014, en una boda publicada en exclusiva mundial por la revista ¡HOLA! El actor denunció a su exmujer por la venta de su parte del Château Miraval y ahora la acusa de dañar la reputación de su negocio de vinos, en el que antes eran copropietarios, al vender su mitad a un "extraño", tal y como publica la revista People, que ha tenido acceso a los documentos presentados en la corte.
En el año 2008 la expareja compró su participación en el viñedo y en su denuncia Pitt acusó a Jolie de infligirle daño gratuito al vender su parte de la compañía de vinos. Alegó entonces que ambos acordaron que ninguno vendería su parte de la finca sin el consentimiento de la otra parte. Sin embargo, la actriz de Maléfica vendió su parte al empresario ruso Yuri Shefler después de recibir una autorización legal para poder vender sus acciones de la mansión. Previamente la intérprete de Eternals había acusado a su exmarido de bloquear la venta de los viñedos y tras interponer una demanda logró que un juez retirara la orden temporal que evitaba que una de las partes pueda tomar decisiones financieras sobre sus propiedades durante el proceso de separación.
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Los abogados de Brad Pitt contratacan en su defensa al presentar nuevos documentos el pasado 3 de junio en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles. “Pitt y Jolie compraron el château como un hogar para compartir con sus hijos y el viñedo como un negocio familiar". MIraval aseguran que se convirtió en un proyecto en el que Brad puso toda su "pasión" y creció "hasta convertirse en un negocio global multimillonario y uno de los productores de vino rosado más respetados del mundo". El actor acusa, sin embargo, a Jolie de no contribuir "en nada al éxito de Miraval".
El equipo legal del actor señala que Jolie planeó vender su participación en octubre a Tenute del Mondo, una empresa "empeñada en tomar el control de Miraval" y que es "propiedad y tiene el control indirecto Yuri Shefler, el multimillonario ruso que controla el Grupo Stoli". "Jolie persiguió y luego consumó la supuesta venta en secreto, manteniendo deliberadamente a Pitt en la oscuridad y violando a sabiendas los derechos contractuales de Pitt", se lee en los documentos presentados por los abogados del intérprete. Las fuentes señalan que el momento de la venta estuvo relacionado con la decisión de un juez de emitir un fallo que otorgaba a Pitt la custodia 50/50 en la amarga batalla por la custodia sobre los cinco hijos menores de la pareja. La motivación de Jolie para la venta fue "infligir daño a Pitt", alegan los documentos.
El equipo de Pitt señala a su vez Shefler como un socio dudoso y dice que ha lanzado una adquisición hostil de Miraval y está tratando de obtener "información confidencial y patentada en beneficio de su empresa competidora". Los documentos acusan a Shefler de tener "tácticas comerciales despiadadas y asociaciones profesionales dudosas", lo que a su vez "pone en peligro la reputación de la marca que Pitt construyó con tanto cuidado". Y añade "Jolie ha tratado de obligar a Pitt a asociarse con un extraño, y peor aún, un extraño con asociaciones e intenciones venenosas".
Pitt busca ser indemnizado por daños y perjuicios en una cantidad que será conocida en el juicio, en el que pide que haya jurado, y que la venta de Jolie sea declarada "nula y sin efecto".
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