Anabel Pantoja está a pocos días de la celebración más importante de su vida junto a Omar Sánchez, a pesar de que la pareja ya se ha casado en una ceremonia civil "muy bonita y especial". Aunque hay pocas probabilidades de que Isabel Pantoja acuda al esperado evento, muchos son los invitados, como su primos Kiko Rivera e Isa Pantoja, que la influencer y el que fuera concursante de Supervivientes 2021 esperan en La Graciosa el próximo día 1 de octubre. De hecho, el DJ y su mujer, Irene Rosales, ya han puesto rumbo a tierras canarias. "Primero a Lanzarote y luego a La Graciosa", ha escrito el hijo de la artista junto a una fotografía en la que están también sus dos pequeñas, Carlota y Ana, y con las maletas para realizar el viaje. Pero el cantante no ha sido el único que ha enseñado las ganas que tiene de que llegue y disfrutar del gran día. Su hermana ha publicado una fotografía del pequeño Alberto cortándose el pelo en Cádiz: "Él también se prepara para la boda de la tata Anabel", ha escrito.
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Mientras tanto, Anabel ya se encuentra en La Graciosa en unos confortables apartamentos a los que ha vuelto porque hace tres años le trataron muy bien. La colaboradora de Sálvame ha decidido hospedarse de nuevo aquí porque es el emplazamiento perfecto y está en un enclave relajado y cercano a las largas playas de arena que ella misma está mostrando a a sus seguidores. Y aunque en un principio la influencer ha compartido cómo era por dentro donde iba a dormir y prepararse para el gran día, horas después han cambiado a la pareja a una habitación más grande.
"Nuestro pisito, esta vez más grande. Nos trasladamos aquí 'el negro, Antoñito y yo", ha relatado Anabel mientras mostraba el patio del apartamento, las camas, el salón-cocina y el enorme baño. "Nunca defraudan. Ya tenemos aquí nuestro nuevo palacio", ha añadido. Pese a que la sobrina de la intérprete de Marinero de luces está muy nerviosa por la celebración y se encuentra todavía realizando algunos preparativos, lo cierto es que su preocupación por la gente de La Palma no ha cesado en ningún momento. Junto a su ya marido continúan pidiendo la ayuda ciudadana y hacen publicidad de algunos sitios de la isla que destinarán sus fondos en los próximos días a toda esa gente que lo está pasando mal por culpa del volcán.
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A pesar de que ambos están muy comprometidos con la causa, Anabel y Omar también han sacado tiempo para disfrutar de las playas de La Graciosa en medio de todo esta vorágine de nervios. Así, la pareja enseña lo bien que se lleva y lo que disfruta juntos del agua y con la arena, con un divertido enfado incluido de la influencer. "Pero, ¿qué haces mojándome? ¡Que me has mojado el móvil!", dice ella escapando mientras que el 'exsuperviviente' ríe.
