Entrevista con Antonio Velázquez, un galán de cine en el Camino de Santiago

El actor, comprometido con el Medioambiente, ha colaborado con la campaña ‘Camino del reciclaje’, ayudando a concienciar a los peregrinos para evitar la basuraleza en la ruta jacobea

Antonio Velázquez Camino de Santiago

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“De verdad que esta experiencia no me la esperaba así... Más allá de ser actor, todo el cariño...es impresionante. Ha sido algo mágico. Vuelves totalmente reconfortado” nos dice Antonio Velázquez. Acaba de realizar algunas etapas del Camino de Santiago y se emociona al relatar su vivencia. Han sido pocos días, pero los suficientes para plantearse hacer un recorrido más largo y complicado. El actor no se lo pensó cuando Ecoembes le propuso colaborar con la iniciativa ‘Camino del Reciclaje’, un proyecto de concienciación medioambiental que busca proteger el entorno natural por el que transcurre el Camino de Santiago, facilitando a los peregrinos herramientas para poder reciclar y evitar la basuraleza (residuos generados por el ser humano y abandonados en la naturaleza). Así que bolsas amarillas en mano y dispuesto a darlo todo, Antonio se propuso repartir tantas como para llenar la ruta con una marea de este color en una de las ediciones, además, más especiales, ya que por primera vez se celebrarán dos años Jacobeos seguidos (2021 – 2022).

Antonio Velázquez Camino de Santiago©@avelazquezb
El actor no dudó en colaborar con la iniciativa ‘Camino del Reciclaje’, que le propuso Ecoembes, y que le ha llevado hasta Santiago de Compostela.
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El mensaje: “Que el camino deje huella en ti. No tú en él”. Con el actor hablamos de su experiencia como eco peregrino ayudando a tomar conciencia a otros, de sus duros inicios en el mundo de la interpretación –con tres trabajos para poder pagar las clases y el alquiler- y de cómo, después de veinte años, ha regresado a su tierra, Granada, debido a la situación por la pandemia. El actor, que interpretó a Francisco Rivera ‘Paquirri’, ha participado en películas y series como Sin tetas no hay paraíso, Tierra de Lobos, Hermanos, Los Nuestros, Buscando el Norte, El final del camino, Las chicas del cable o 30 Monedas, y actualmente rueda la cuarta temporada de Madres.

- ¿Cómo surgió esta iniciativa, Antonio?

- Ecoembes se puso en contacto a través de mi representante y nos propusieron hacer el Camino De Santiago apoyando esta acción cuya lema esta año es que el camino deje huella en ti y no tu en el camino. Además, soy un enamorado de la Naturaleza, tenía pendiente hacerlo y me pareció mejor imposible recorrerlo con este mensaje. ¡Me ha sabido a poco, fíjate lo que te digo!

“Todo es impresionante y muy mágico... del concepto hasta llegar a Santiago y entrar justo ahí, escuchar la gaita antes... es muy emotivo e increíble”

- ¿Cuánto tiempo has estado?

- Hemos estado tres días haciendo parte del camino francés. Cuando hice la serie Al final del Camino para Televisión Española estuve cinco meses viviendo en Silleda, en Galicia. Está ambientada justo en la época de la construcción de la catedral de Santiago, así que estuvimos con gente de allí, historiadores, etc...y ahora haciendo el camino me venía a la cabeza todo el rato el personaje de Gonzalo de Catoira, que no existió, pero se me despertaban muchas sensaciones. Todo es impresionante y muy mágico... del concepto hasta llegar a Santiago y entrar justo ahí, escuchar la gaita antes... es muy emotivo e increíble.

- ¿Y ahora te animarías, entonces, a hacer una ruta más larga cuando puedas?

- Me han hablado de camino primitivo que, por lo visto, es mucho más complicado y difícil... y sí, me gustaría hacerlo, no sé si solo o con alguien que se atreva -ríe-. No hay tantos senderos y caminos, son más veredas porque por donde hemos ido nosotros sí que está muy bien para hacerlo en bicicleta o andando. Había familias, grupos de Córdoba... ha sido fantástico. La gente con la que te encuentras en la primera etapa es a la que vas a ver todos los días porque, claro, vas al mismo sitio, descansas en los mismos albergues, arrancas al día siguiente prácticamente a la vez. Parecíamos un grupo gigante, como una gran familia, todos caminando hacia el mismo lugar.

Antonio Velázquez Camino de Santiago©@avelazquezb
El actor, muy emocionado a su llegada a la Catedral de Santiago de Compostela.

- Se te ve que lo has vivido intensamente.

- Es que es maravilloso todo lo que te encuentras a lo largo del camino, desde los albergues a cualquier barecito, puestos de fruta, chicas que se ponen en medio del camino y venden pulseras... y luego convertir con Ecoembes a esos peregrinos en eco peregrinos para luchar contra la basuraleza. Fue muy bonito ver esa marea amarilla, porque yo iba repartiendo las bolsas.

- ¿Y la gente se sorprendía al verte repartiendo esas bolsas amarillas, te reconocían?

- Sí... Te veían y decían: “Ahí está el de las bolsas”. Luego me miraban fijamente y se quedaban bloqueados… ¡Anda! ¿pero tú no eres…?” -ríe-. Yo como artista no me expongo mucho y de repente estaba allí “Perdón, chicos, ¿puedo daros esta bolsa?”. Parecía que vendíamos algo -ríe-, incluso hubo uno que automáticamente me dijo “no, gracias, ya tengo una” -vuelve a reír-. Ha sido impresionante. No solo convertirse en eco peregrino, sino todo la iniciativa de los eco albergues, donde puedes ir vaciando esa bolsa, que está hecha de botellas recicladas, para reutilizarla. Y es maravilloso también la Compostela de eco peregrino, cuando tienes tres sellos, lo subes a las redes y Ecoembes planta un árbol.

“Mi chica me ha acompañado en todo este camino y lo hemos disfrutado muchísimo.”

- ¿Qué es lo que más te ha impresionado?

- Te levantabas a las seis de la mañana y ya parecía la Gran Vía -ríe-. Eso visto desde arriba con un dron debe ser...no sé, toda esa energía. Igual la pandemia ha tenido que ver también, con el Xacobeo, porque se han juntado los años santos. ¿Es duro? Bueno, la etapa más larga que hicimos nosotros fue de treinta kilómetros. Cuando hablo de nosotros es porque iba con mi chica. Me ha acompañado en todo este camino y lo hemos disfrutado muchísimo. De verdad que esta experiencia no me la esperaba así... toda la gente que conoces y con la que hablas. Más allá de ser actor, todo el cariño... es impresionante. Ha sido algo mágico. Vuelves totalmente reconfortado.

- ¿Y ahora te irás unos días de vacaciones?

- No, estoy rodando ya la cuarta temporada de Madres hasta octubre. Interpreto a Andrés, el gerente del hospital, es un personaje pequeñito, pero cuando me llamó la productora para ofrecerme el papel me pareció un bombón. He llegado de Galicia, ruedo, y si no tengo nada me bajo a Granada a estar con la familia, así que también estoy disfrutando de días libres y de trabajo. Porque para un actor tener trabajo es lo más bonito del mundo, nosotros vacaciones tenemos pocas, se llama paro.

Antonio Velázquez©@avelazquezb
El actor, que ahora se encuentra rodando la cuarta temporada de ‘Madres’, también ha participado en exitosas series como ‘Las chicas del cable’.

- ¿Cómo te ha afectado la pandemia en este sentido?

- Pues bueno, como a la mayoría de la gente. Yo estaba establecido cien por cien en Madrid, todos estos años he estado de alquiler, y en un momento dado me llamó mi casera y me pidió el piso porque lo necesitaba para su hijo, así que de pronto te ves guardando todo en cajas. Tengo mi vida de veinte años metida en un trastero de Madrid. Y me bajé a Granada a casa con mi madre y ahora un poco vuelta a empezar. Subo a Madrid, ruedo, me quedo en casa de un amigo... pero bueno, que todo sea eso. Madrid es también una ciudad bastante despiadada en ese sentido. Si no tienes nada o no te compraste nada... Tengo muchos compañeros a los que esta situación les ha hecho volver a su ciudad y te diré que después de veinte años, regresar a Granada, es maravilloso. Así que llevo un año entre las dos ciudades.

- Creo además que durante el confinamiento y este tiempo de pandemia también has promovido iniciativas para limpiar las calles de tu pueblo.

- Movido por el Ayuntamiento y por mí conseguimos hacer un grupo de voluntarios para baldear las calles dos o tres veces por semana, porque al principio había mucha desinformación y mucho miedo a todo, parecía que por el hecho de salir ya íbamos a morir. Y luego, por la noche me dio por poner música a la gente -ríe- para alegrarnos un poco. Ese momento de aplausos lo convertí en en cinco o diez minutos de música y al final, terminamos con una hora. El Ayuntamiento me dijo “Oye, Antonio qué bonito lo que estás haciendo...” y me dejaron la Casa de la Cultura, que está justo enfrente. Es un pueblo pequeñito, de unos setecientos habitantes, pero al final fuimos... Lo llamé “la casa de resistencia musical”. Poníamos música y mandábamos mensajes. Y la gente que estaba en Londres, por ejemplo, que no podía viajar, me enviaba mensajes, y los poníamos. Fue muy emotivo, sobre todo de hijos o nietos que estaban fuera. En el pueblo hay mucha gente mayor e intentábamos es que no se sintieran tan solo a través de esos mensajes por altavoz; gente como Ana Belén, Carlos Bardem y otros compañeros se volcaron y me enviaron mensajes de ánimo para todos. Me llamaron de varios medios, pero me parecía una cosa tan bonita que no quería contaminarlo o que pareciese oportunismo por mi parte, como si quisiera aprovechar lo que estaba pasando. Es mi pueblo, es mi gente y yo decía, venga, vamos a pasar esto lo mejor posible. Fue muy emotivo.

“Te diré que después de veinte años, regresar a Granada, es maravilloso. Así que llevo un año entre las dos ciudades”

- Decías que Madrid puede ser despiadada en ciertas circunstancias, quizá haber tenido que dejar tu casa te ha recordado a los inicios difíciles cuando dejaste tu pueblo para labrarte una carrera como actor. Porque tengo entendido que lo pasaste mal.

- Sí. Yo perdí a mi padre cuando era muy jovencito, tenía dieciocho años recién cumplidos cuando murió, y mi familia no podía ayudarme económicamente en ese momento. Porque la ayuda más fuerte que yo he tenido en mi vida es tener tres mujeres a mi lado como tres pilares: mi madre y mis hermanas, que fueron quienes me apoyaron y me dijeron: “Antonio, tu sueño es ser actor”. Yo con la muerte de mi padre tiré la toalla, decidí quedarme y estar cerca de mi familia. Mi madre era muy joven cuando enviudó, mi hermana muy pequeña... yo acababa de llegar de Italia, donde había estado con Lindsay Kent en una compañía como aprendiz... Fue un golpe superduro. Pero mi madre me dijo “este es tu sueño y hay que luchar por él”. Me vine a Madrid. Y sí, es despiadada en el sentido que trabajas para vivir en Madrid, esa es la verdad. Yo tenía tres trabajos para poder pagar el alquiler y la escuela de interpretación.

Antonio Velázquez©GTres
El fallecimiento de su padre fue un duro golpe para Antonio Velázquez, que nos revela que fue su madre, quien tras su pérdida, insistió en que él tenía que perseguir su meta de ser actor. “Me dijo ‘este es tu sueño y hay que luchar por él, y me vine a Madrid”.

- ¿En qué trabajaste en aquellos años?

- A media jornada en un restaurante dando menús; de figuración en el Teatro Real. Y eso fue una suerte porque dentro de todo estás en un escenario, pisando tablas y enfrentándote al público, y por la noche en bares y discotecas. He trabajado en todos, desde Kapital a Fulanita de Tal, donde conocí a Ruth Franco, mi representante durante mucho tiempo. Y además en todo lo que se podía -ríe-. Fui cliente de incógnito, eso era muy gracioso, me lo dijo un amigo y fue para Ford. Ibas a un concesionario y simplemente tenías que rellenar un formulario del trato recibido. Pero todo eso me sorprendía. También trabajé de Papá Noel en los centros comerciales...y era muy gracioso porque en los momentos de descanso te quitabas las cosas y te ibas a tomar un café y veías a otro compañero como tu. Recuerdo a Alejandro Tous -ríe-. Parece que todo son flashes, alfombras rojas, fama... pero al final es una carrera muy difícil.

- ¿Y ha merecido la pena?

- No es una cuestión de merecer la pena, es que es lo que quiero hacer. Es lo que me gusta, hemos elegido una profesión muy complicada, en el sentido de que no tienes un dinero fijo todos los meses y hay meses duros. Y bueno, España no es Hollywood y los actores no viven en castillos ni mansiones.

“Hemos elegido una profesión muy complicada, en el sentido de que no tienes un dinero fijo todos los meses y hay meses duros. Y bueno, España no es Hollywood y los actores no viven en castillos ni mansiones”

- Hablando del camino, podríamos decir que está contento con el camino que elegiste.

- Sí, totalmente. Con sus sombras, con sus luces, con todo, pero por supuesto que sí. Es lo que elegí, lo quise yo y no hay mayor satisfacción que trabajar. Da igual encima de un escenario o delante de una cámara. Ser actor y poder enfrentarte a un personaje. Luego, el éxito tampoco es sinónimo de calidad, ni al contrario. Recuerdo una entrevista hace tiempo en la que me preguntaron cómo elijo a mis personajes. No los elijo -ríe-, me eligen ellos a mí. La mayoría de los actores no podemos, eligen cuatro.

- Las plataformas os han dado un proyección internacional sin precedentes y os han abierto las puertas a que os llamen para trabajar en el extranjero.

- Sí, claro. Siempre está el sueño del actor de cruzar el charco e irse a Hollywood, aunque yo nunca he sentido esa ansiedad de trabajar en Los Ángeles. A ver, cierto es que a cualquiera tener enfrente a un actor que hayamos podido admirar y trabajar con él, pero creo que lo que está consiguiendo el habla hispana es increíble. Ahí están por ejemplo los premios Platino, que están tomando muchísima fuerza y cada año se celebran en un país. Yo rodé una película en México donde tuvo bastante acogida y proyección. Es un país que me tiene enamorado. Y es verdad que hoy en día las barreras y las distancias ya no son como antes.

Antonio Velázquez tierra de lobos©GTres
Aunque ha participado en muchísimas series, el actor se confiesa ‘fan’ de la serie ‘Tierra de lobos’.

- Has participado en muchísimas series ¿de cuál eres fan?

- De Tierra de Lobos, sin duda, por el micro mundo que crearon los guionistas. Está situada en tierra de nadie -ríe- porque ni es historia de España, ni es un western, o es un western pero no de bandoleros...Yo creo que cogieron lo mejor de este género y del mundo de los bandoleros e hicieron una coctelera y salió esa historia de este pueblo que se llama Tierra de Lobos, donde los personajes conviven de esa forma, el mundo del caballo... No sé, me divertí muchísimo. No solo yo, creo que todos los actores que pasamos por ella, si mañana nos dicen que regresa, volveríamos sin dudarlo. Porque aprendimos. En todos los trabajos hay momentos dulces, otros más amargos, las series son duras y este tipo de serie en concreto... de época, con acción, caballos, pues pasas frío, etc. pero todo merecía la pena cuando la veías. Ese tipo de series me gustan mucho, la verdad.

- ¿Eres de los que se engancha a series y hace maratones?

- ¡Sí, claro, por supuesto! Cinéfilo, seriéfilo, e incluso de elegir un director y verme todo de él. Ese tipo de cosas me encantan. Y además creo que los actores no nos relajamos viendo, porque es parte de nuestro trabajo. Puedes estudiar, ver el plano, lo que ha querido hacer el director o dónde está trabajando un actor en ese momento. Todas esas cosas me encantan.

- ¿Qué tal convives con la popularidad?

Bien. Lo primero es que uno trabaja para el público. Un pintor no pinta para sí mismo y el músico no compone para sí, todo lo que haces como artista es para la gente y sin público no somos nadie. Luego está el hecho de que puedas ser más o menos tímido, porque es verdad que conozco a muchos actores que lo son. La gente no se cree que podamos ser tímidos, pero nosotros nos escondemos detrás de un personaje. Y conmigo el público siempre ha sido muy amable y muy respetuoso. A mí la palabra famoso no me gusta, pero al final, la consecuencia de nuestro trabajo es que seas conocido.