Las visitas de familiares ya se han consolidado como una parte más de Supervivientes. En esta edición Sandra Pica acudió para aclarar su sentimientos hacia Tom Brusse, Melyssa se reencontró con su madre, Lara Sajén con su hermano y, ahora, Anabel Pantoja está de camino a Honduras para apoyar a Omar Sánchez, recién eliminado a 'Playa destierro'. Fue en la última gala en la que otros dos “supervivientes” fueron sorprendidos con una visita; por un lado, Alejandro Albalá se reunía con su madre, mientras que, Gianmarco Onestini lo hacía con su hermano. Dos reencuentros llenos de emoción en el que también hubo lugar para los regalos, ya que, lejos de llegar con las manos vacías, los visitantes trajeron un gran plato de pasta y un dulce como recompensa. Eso sí, para compartir con el resto de compañeros.
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Hace apenas unos días, Gianmarco Onestini se quejaba junto a Olga Moreno de que quienes habían visto a sus seres queridos jugaban con la ventaja de la información que les hubieran podido facilitar, totalmente ajeno a que él sería el siguiente en poder abrazar a su hermano. Por su parte, la mujer de Antonio David Flores expresaba que a ella le gustaría que fuera Rocío Flores quien acudiera a verla, aunque de momento, todo queda en un deseo de la concursante. Una teoría que algunos "supervivientes" confirmaron anoche en 'La Palapa', cuando desvelaron que, tal y como se sospechaba, la exnovia de Tom Brusse sí había revelado datos del exterior a algunas personas.
Enmascarada bajo una prueba de recompensa, así era como se les presentaba a Gianmarco y a Alejandro la posibilidad de reunirse con su hermano y su madre, respectivamente. Cada uno tenía que nadar sobre una balsa hasta una plataforma flotante en la que se suponía encontrarían un premio, que obtendría quien primero llegase. Sin embargo, eran sus familiares quienes estaban aguardando la llegada de los "supervivientes", que no dieron crédito ante la sorpresa.
Tras muchos abrazos, besos y agradecimientos al programa, además de los comentarios de Paz, la madre de Albalá, y Luca, hermano de Gianmarco, haciendo referencia a lo delgados que están a día de hoy los concursantes, aún quedaba parte de la "prueba" por completar. Ambos debían conseguir llegar a nado desde la plataforma hasta la orilla llevando la comida que les habían traído sus familiares sin que se les cayese nada al agua. Una misión que consiguieron con creces y por la que ahora podrán degustar el plato de espaguetis y la quesada cántabra con el resto del grupo si así lo desean.
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