Después de caer derrotado ante Andréi Rubliov en el Open de Australia, Feliciano López ha vuelto a España y ha puesto fin a su aventura con el miedo de pensar que este puede haber sido el último torneo en Oceanía de su carrera. Así lo ha desvelado él mismo en una sincera publicación en la que ha explicado cómo ha vivido estos días. "Desde casa (¡por fin!) me gustaría compartir algunas reflexiones con vosotros", ha escrito para sus seguidores con una imagen de un momento de su competición y dando las gracias a la organización del torneo, que ha conseguido que se celebrara un evento multitudinario de manera segura. En las primeras horas reunido de nuevo con Sandra Gago, la pareja ha salido a dar un paseo familiar: con su hijo Darío y con su perro, mostrándose tranquilos y relajados por estar de nuevo todos juntos.
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En las imágenes, Sandra lleva el carrito de Darío, luciendo un look de lo más casual con jersey, vaqueros rotos y zapatillas de Nike, mientras Feliciano camina unos pasos por delante llevando a su mascota con correa. Primero con anorak, el deportista entró en calor en medio del paseo y decidió prescindir de la prenda de abrigo para quedarse con la sudadera. Durante el camino llegaron incluso a cruzarse con una seguidora del tenista y se hicieron una foto juntos.
Sobre su viaje a Australia Feliciano ha comentado: "Fui hasta allí sin muchas esperanzas pero con la convicción, o más bien ilusión, de que el esfuerzo que estaba haciendo tendría su recompensa de una u otra manera". A sus 39 años el deportista está en el número 65 del ranking de la ATP. "Fue muy duro dejar en casa a mi hijo de apenas 10 días y a mi mujer para irme al otro lado del mundo, literalmente, a jugar el que quizá pueda ser mi último Open de Australia", ha admitido con sinceridad, "¡Esperemos que no!", añade. Finaliza diciendo: "Ahora toca disfrutar de mi familia unos días, que ya tocaba".
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El hijo de Feliciano y Sandra nació el 4 de enero en Madrid y, dos días más tarde, la pareja salía del hospital abrazada y con el pequeño Darío en brazos. Por suerte pudieron disfrutar juntos de esos primeros momentos como una familia de tres, pero en poco más de una semana el tenista se vio obligado a marcharse para poder cumplir con todas las restricciones que Australia exigía a los jugadores para poder competir. Desde entonces, la modelo había estado cuidando de su bebé, viviendo el sueño que siempre había tenido de ser madre, pero a la espera de que volviera su marido.
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El deseo de Sandra y Feliciano es estar junto a su bebé el máximo tiempo posible para no perderse nada de su evolución, pero las circunstancias se vieron obligados a separarse físicamente durante aproximadamente un mes. En este tiempo, la modelo estaba feliz, viendo los cambios y evoluciones de su bebé, al que cariñosamente llama su "osito".
Las dificultades de Feliciano para entrenar
"Llegamos allí y nos tocó hacer la cuarentena obligatoria que impone el gobierno australiano. Muchos compañeros lo pasaron muy mal al estar 14 o incluso hasta 20 días encerrados sin poder salir de la habitación. Yo tuve la suerte de que pude entrenar esos 14 días con Pablo Carreño y gracias a eso pude ponerme un poco en forma", ha continuado explicando Feliciano. "Dadas mis circunstancias personales y unido a que Filomena colapsó Madrid durante unos días mi preparación podríamos decir que no fue la ideal... Tampoco ayuda las pocas facilidades y medios que la Federación de Tenis de Madrid pone a disposición de los jugadores profesionales que vivimos en Madrid", ha explicado a sus seguidores. "La conclusión final es que a veces la vida te recompensa los grandes esfuerzos (no siempre) y que la edad en algunas ocasiones es solo un número. Siempre hay alguna manera de poder sentirte realizado como deportista aunque algunas veces no lo parezca."
Dudas sobre si ir o no a Australia
"Hemos jugado muy poco en este último año y yo no tenía muy seguro de si venir aquí a jugar el torneo", confesó Feliciano en una rueda de prensa desde Australia tras ganar uno de sus primeros partidos. "Mi hijo nació el 4 de enero y tenía muchas dudas sobre si jugar o no. Finalmente decidí venir y creo que ha merecido la pena", aseguró. Entonces estaba seguro de tener en casa a sus mejores talismanes: su mujer Sandra Gago y su pequeño Darío. A través de un mensaje la modelo reflejaba cómo estaba viendo desde España el recorrido de su marido: "¡Orgullosa es poco!".
La figura de Sandra Gago un mes después de dar la bienvenida a su primer hijo, Darío
