Gracias a la decisión de Marley, Goldeneye está hoy viva. Es un precioso hotel de cinco estrellas (goldeneye.com) y, por tanto, un buen lugar para alojarse y tomar una taza del mejor café del mundo –el Blue Mountain, que solo se cultiva en las Montañas Azules de la isla caribeña–, un buen ron, heredero del que bebieron los piratas en Port Royal, o un martini con vodka, y despedirse de la isla de Marley, un hombre que creía en el poder de la música para cambiar el mundo y cuyo mensaje de amor, paz y unidad sigue resonando con fuerza hoy en día en este rincón del Caribe.
San Bartolomé: el paraíso caribeño de Pippa Middleton y otros famosos
Quien quiere aún más, se acerca hasta las playas de James Bond Beach y Reggae Beach en Ocho Ríos para disfrutar de las que, tanto Ian Fleming como Marley, consideraban el mejor retrato del paraíso.